Vida de Ceferino Namuncurá Parte I

Vida de Niños con alto grado de santidad….

¡Qué difícil se nos hace escribir sobre el corto período de este jovencito ante un alma tan intensa….! y ahí nos damos cuenta de que muchas veces, ese grado tan alto de santidad, o se manifiesta en el ser personal sin intervención de terceros o en otros  casos,  seres que van como “acompañando” hacia ese camino del cielo…..

En el ejemplo de nuestro querido Ceferino, la influencia  e insistentes solicitudes que ha tenido San Juan Bosco  ante el Papa León XIII para enviar a los salesianos a la Patagonia y realizar una  obra en la Argentina, que fue  Impresionante!!… ( estamos en el año 1.883- y lo hemos visto con el ejemplo de las Hermanas de María Auxiliadora con Laurita Vicuña…). Por ello, consideramos que la figura y presencia no solo de Monseñor Juan Cagliero, discípulo directo de Don Bosco- sino de los Padre Salesianos que acompañaron todo el periplo, desde que conocieron a Ceferino Namuncurá hasta su muerte, no pueden desligarse de esa vida pura y santa que fueron encauzando a este jovencito.

Ceferino Namuncurá, nació en Chimpay, (Provincia de Río Negro, al sur de la Argentina) hijo del cacique araucano,  Manuel Namuncurá y de Rosario Burgos, (de origen chileno) el 26 de agosto de 1.886.                

Su corta vida, fue relatada mediante hagiografías y biografías desde el año 1.930 en adelante! A través de las mismas, se ha construido  su figura en clave de “aboriginalidad “, transformándolo en un alumno virtuoso salesiano; el “santito criollo” o el “mapuche santo” entre otras caracterizaciones.

Tres circunstancias  derivadas en tres viajes; tres destinos, marcaron el derrotero de la santidad de Ceferino.

Ceferino viendo la miserable condición en que se encontraba su comunidad-la indígena- pide a su padre de  llevarlo a estudiar a Buenos Aires y “..yo podría estudiar y ser un día útil a mi raza” (palabras que han quedado gravadas en toda la biografía  de nuestro santo, expresadas por él mismo y testimoniadas también por uno de los principales postuladores de su causa, el Padre Francesco Tomasetti).

Su padre acepta y al ser hijo de un cacique, coronel de la Nación, su primer destino fue la Escuela de la Armanda, donde no logra adaptarse y tras la intervención  del propio ex presidente de la Nación, Luis Saenz Peña, lo envía al Colegio Salesiano Pío IX de Buenos Aires,  como alumno interno, ingresando el 20 de setiembre de 1.897.

Ceferino se adapta al ambiente y aprende el idioma castellano y el catecismo. Recibe su primera comunión el 8 de setiembre de 1.898 y el 5 de noviembre de 1.899 el sacramento de la confirmación de manos de Monseñor Gregorio Romero,  propio en el lugar de la actual Basílica de María Auxiliadora, en el  Barrio de Almagro.

A principios del año 1.902 su salud se deteriora  habiendo contraído tuberculosis. Es entonces cuando Monseñor Cagliero, decide trasladarlo a Viedma, (Capital de la provincia de Río Negro) con la esperanza de que los aires del campo, pudieran ayudar a restablecer su recuperación.

Y es ahí, en el Colegio San Francisco de Sales, donde comienza sus estudios secundarios como aspirante a las órdenes de la congregación salesiana, siendo el año 1.903. Ceferino quería ser sacerdote salesiano.

El Doctor Evasio Garrone, médico y sacerdote junto con el enfermero Artémides Zatti (hoy considerado Beato), cuidaron de la salud de Ceferino.

En el año 1.904 (19 de julio), a los  17 años, viaja –con el permiso de su padre Manuel- con Monseñor Cagliero, llevándolo a Turín (Italia), con la esperanza de recuperar su salud,  con mejor atención médica y poder continuar sus estudios al sacerdocio.

 (Ceferino cerraba con este traslado, aquellos tres viajes que marcaron el rumbo hacia la santidad) –Chimpay- Buenos Aires; Buenos Aires – Viedma; Viedma- Italia.)

Llegado en Italia, Ceferino Namuncurá inicia sus estudios en Valdoco, (Turín) donde permanece por cuatro meses, luego irá  al Colegio Salesiano de “Villa Sora”, en Frascati, ciudad de la Región del Lazio, a 20 km. de Roma. El Beato Miguel Rúa –primer sucesor de San Juan Bosco- conversaba varias veces por semana con Ceferino en Turín.

Continúa en parte II

Perlitas sobre la vida de Laura Vicuña

a) En coincidencia con la expresión de su rostro; el informe de Carabineros de Chile y la propia declaración de su madre;  en 1.950, trajeron sus restos para una revisión histórica con los Doctores Esando y Gonzalez  Codoni, un obispo, 3 sacerdotes y un secretario, concluyendo que era una niña chiquita, muy sufrida y enferma.

b) Nuestra beata Laura Vicuña fue bautizada en la parroquia de Santa Ana de Santiago de Chile. En la misma pila bautismal, en donde poco tiempo después, será también bautizada otra Santa chilena, Santa Teresa de los Andes (Juana Fernandez Solar).

c) Monseñor Giovanni Cagliero:  Aquél obispo, fue uno de los tantos niños a quien San Juan Bosco amparó y formó en su “Oratorio de Valdoco” –Turín- siendo parte de la primera misiónsalesiana enArgentina y  el primer salesiano elevado a la púrpura cardenalicia). 

d) Llegaron los salesianos a  la Argentina, desembarcando el primer contingente en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875, luego de un mes de viaje,  encabezados por el Padre José Fagnano y el Padre Giovanni  Cagliero. Estaban destinados a un Colegio, que entregaron los laicos católicos en San Nicolás de los Arroyos. Aquello no era la Patagonia soñada por el fundador, pero se estaban acercando. El Padre Juan Bosco le escribía el 14 de noviembre de 1877 al Padre José Fagnano: “Acuérdate que el Santo Padre, (León XIII) sueña siempre con la Patagonia y que probablemente tú serás elegido para hacer esta experiencia, si Don Cagliero demora en regresar a América.”

e)  Llegaron al Uruguay las Hijas de María Auxiliadora, pasando desde allí a la Argentina en 1877 y a Chile en 1879. También ellas se acercaban a la Patagonia, que aún no pertenecía de hecho al ámbito nacional.

La Congregación Salesiana abrió al mismo tiempo, en América, cuatro misiones entre los indios: La primera en la Patagonia, la segunda en Tierra del Fuego, la tercera en Brasil y la cuarta en Ecuador. En Argentina, el esfuerzo se centró en la Patagonia, soñada por San Juan Bosco en su parte austral, Tierra del Fuego aún sin explorar.

Estampa de Laura Vicuña:

Beatificación de Laura Vicuña

Una vez ocurrida su muerte, y en consideración a su fama de santidad, la congregación salesiana comenzó su proceso de canonización en la década de 1.950. La misma congregación le encomendó la tarea a la madre  Clelia Genhini, quien pasó varios años recolectando información acerca de su vida y obra. No alcanzó a ver su tarea realizada, debido a que murió el mismo año en que se inició el proceso de beatificación.

La fase diocesana del proceso de beatificación de Laura Vicuña se inició en la ciudad de  Viedma, Provincia de río Negro.  Entre los obstáculos que enfrentó el proceso se contaron que Laura no podía ser considerada mártir y por su corta edad no abría muchas esperanzas para su beatificación. En efecto, la Congregación de los Ritos (actual  Congregación para la Causa de los Santos) solía excluir la posibilidad de canonización de aquellos creyentes cuya corta edad al momento de su muerte dificultaba la valoración de su ejercicio de las  virtudes teologales y cardinales en grado heroico durante un considerable periodo de su vida.Con todo, resultó un precedente de importancia la beatificación (el  5 de marzo de 1.950) y posterior canonización (el 12 de junio de 1,954) de santo Domingo Savio, muerto a los 14 años, y la canonización el día 24 de junio de 1.950 de santa María Goretti, muerta a los 11 años y considerada mártir de la pureza.

En marzo de 1.981 se allanó este último requisito en el Dicasterio Romano. Con el decreto del 18 de marzo de 1.982, la Congregación plenaria de cardenales y obispos introdujo la causa de Laura Vicuña.

Al decretarse su heroicidad en el ejercicio de las virtudes, Laura Vicuña Pino fue declarada venerable el 5 de junio de 1.986. Fue beatificada en setiembre de 1.988 en pleno festejos de los 100 años de la muerte de San Juan Bosco

El porqué de dos rostros:

Nunca más cierta aquella frase de que “…la verdad siempre sale a la luz..”

La primera imagen que hay de la Beata Laura Vicuña viene a consecuencia de  aquella que realiza el artista italiano Caffaro Rore, hecha por encargo de las salesianas italianas debido a que tenían noticias de la santidad de esta niña y querían escribir sobre su vida y por las  descripciones dadas por la hermanan menor de Laura, Julia Vicuña; solo que esta imagen fue inspirada en una niña europea y se hizo así, porque Laura no tenía rostro!

A las religiosas salesianas argentinas, no les cuadraba que la primera imagen que se presentaba de  Laura Vicuña, fuera una niña moderna, con zapatitos de charol, muy bien peinada y sonriente, dado que al mirar las fotografías de aquellos tiempos,  las niñas usaban el cabello atado, y en las fotografías que se hacían en las escuelas (el fotógrafo pasaba una vez al año), tenían que estar muy serias,  muy firmes y con los cabellos recogidos. En virtud de ello, proceden a hacer un informe con profesionales, sobre  dos elementos que poseían: una fotografía de la madre de Laura (Mercedes Pino) y otra de un grupo de niñas de la escuela. Pero no estaban seguras cuál era la niña, porque en aquel entones, la directora, había colocado un numero 2 en aquel rostro.

Uno de los encargados de este informe, fue el arquitecto Alejandro Santana,  quien mirando los ojitos de esta niña, su mirada, llego a decir que se conmovió de ver la angustia en ese rostro. Las salesianas coincidiendo con tal apreciación, decían que debía  de ser así, porque no podía una niña estar muy tranquila y sonriente o con otra expresión, porque aquella mostraba la angustia y tormentos, que pasaban por el corazón de Laurita.

Concluido el informe, lo envían a Carabineros de Chile, los cuales hacen un interesante análisis (expresiones éstas de las Hermana Elsa Scalco) relacionando cada una de las partes del rostro de la madre y de la niña, comprobando su identidad al ser Laurita hija de madre mestiza y de padre español; este mestizaje está expresado en esta fotografía y en el informe de Carabineros.

El rostro de la beata chilena Laura Vicuña cambió drásticamente de un día para otro: de una adolescente de cabellos castaño, tez claro, pasó al de una niña de pelo oscuro y piel morena, de rasgos clásicos de la Patagonia chilena y argentina. Este informe fue publicado en la prensa en febrero del 2.010. (Villavicencio, Gustavo 7 de febrero de 2010.  <Investigación secreta revela el verdadero rostro de Laura Vicuña>  Diario El Mercurio (Santiago de Chile).

Beata Laura Vicuña, Ruega por nosotros

Vida de Laura Vicuña

Una beata con dos rostros…

Laurita nace en Santiago de Chile, el 5 de abril de 1.891,  año en que se declara la rebelión en aquel país,  teniendo por objeto derrocar al presidente Manuel Montt y derogar la constitución de 1.833. Al terminar la guerra, la familia Vicuña fue perseguida, y José Domingo (padre de Laura) debió alejarse de Santiago, huyendo y refugiándose con su mujer, Mercedes Pino y sus dos hijas (Laura y su hermana Julia Amanda) en Temuco, a 680km. de Santiago de Chile. Muere José Domingo en  1.894,  por lo cual Mercedes Pino y sus hijas quedaron en la pobreza y portadoras de un apellido perseguido.​ En este contexto, la madre decidió buscar refugio en Argentina.

Los primeros años en Argentina

Mercedes y sus hijas se establecieron en las proximidades de Neuquén,  en la localidad de Junín de los Andes (al sur del país). Al principio Mercedes buscó algún trabajo para poder costear los estudios de sus hijas, llegando a la estancia  “Las Mercedes” perteneciente al Capitán Mariano Fosbery, quien la recibió como empleada doméstica. Allí estuvieron aproximadamente de 5 a 6 meses. Luego, se trasladaron a orillas del Río Quilquihué, donde se encontró con Manuel Mora, dueño de la estancia local,​ quien maltrataba a Mercedes, presionándola para que accediera a ser su concubina. Ésta quería que se unieran en matrimonio, pero Mora, no aceptó para poder dejarla cuando quisiese; pero en tanto accedió a costear los estudios de sus hijas, por lo que Mercedes aceptó convivir con aquel hombre.

Laura y su hermana ingresaron al colegio «Las Hijas de María Auxiliadora “, de la Congregación Salesiana,  en Junín de los Andes,  fundada por San Juan Bosco,  donde fueron instruida tanto en la fe cristiana como en lo referente a la educación escolar. Se daba mucha espiritualidad en los colegios salesianos por aquel entonces. Según sus palabras, era feliz en el colegio, al cual llamaba: “mi paraíso” y las hermanas la consideraban una niña devota, llena de caridad hacia sus compañeras y fiel a sus deberes cotidianos.

Un día, escucha de las religiosas que “es necesario aprender a ser buena desde la juventud….esperar a serlo en edad avanzada, significa arriesgarse a perder la propia alma”. Laura pensaba intensamente en su madre que vivía en el pecado y decide hacer cualquier cosa para salvarla.

Las religiosas y el sacerdote don Crestanello, le explican cómo se vive para Jesús. Laura era atenta y querida vivir sólo para Él. Quería hacerse santa, y veían que el valor de Laura Vicuña está en el gran amor que ponía y que traspasa el sacrificio y la angustia ya que   las hermanas decían que lloraba y reía al mismo tiempo; que en su rostro había mucha melancolía, porque Laura estaba inquieta por la situación de su madre.

Hace su primera comunión, el 2 de junio de 1.901, ofreciendo ese mismo día, su vida a Jesús y consagrando su pureza a la Santísima Virgen. A pesar de esto, pensaba que la situación de su madre no había mejorado, sintiendo que no había hecho nada por ayudarla.

Tenía entonces, solo 10 añitos y no le era siempre fácil obedecer. Pero Laura le decía a su hermanita Julia y a las amiguitas: “nuestra obediencia debe ser perfecta, por amor de Jesús que ha sufrido tanto por nosotros en la Cruz”. Un día, mientras arreglaba un parterre en el jardín del colegio María Auxiliadora,  la directora le dice de plantar un palo para sostener una plantita trepadora. Laura contesta: “De los palos secos plantados por obediencia, germinarán las rosas, porque la voz de nuestros superiores es la voz de Dios”. Algún tiempo después, el palo floreció!!. El obispo Monseñor Giovanni Cagliero quien había venido de visita a Junín de los Andes, viendo esto, quiere que estas flores milagrosas, fuesen puestas delante a Jesús Eucarístico.

Laurita pensaba siempre en la situación en que se encontraba su madre, quería liberarla de aquel hombre; deseaba que no viviese más en el pecado. La pequeña había ya ofrecido oraciones, sacrificios, rosarios a la Virgen, tantas comuniones. Qué cosa podía aún hacer?..

Su primer biógrafo, Don Crestanello, señala: «Laura sufría en el secreto de su corazón… Un día decidió ofrecer su vida y aceptar con gusto la muerte, a cambio de la salvación de su madre. Me rogó que bendijera su ardiente deseo. Yo estuve perplejo largo tiempo«. 

A los pocos meses cae enferma, (tisis) empeorando su salud  conforme avanzaba la enfermedad y la vida de Laura se iba apagando. Dirá: “Señor, que yo sufra todo lo que a ti te parezca bien, pero que mi madre se convierta y se salve”.

 Antes de morir, Laura le pidió a su madre:

Muero. Yo misma se lo pedí a Jesús. Hace dos años que ofrecí mi vida por ti, para pedir la gracia de tu conversión.  Mamá, antes de morir, ¿tendré la dicha de verte arrepentida ?.

Doña Mercedes, con los ojos en llanto, le respondió diciendo:” Te juro en este momento que haré cuanto me pides. Estoy arrepentida. ¡Dios es testigo de mi promesa”.

Laura dijo al sacerdote Genghini que la asistía, y luego a su madre:

“Padre, mamá promete en este momento abandonar a aquél hombre; sea usted testigo de su promesa…..Gracias Jesús, Gracias María, adiós Mamá. Ahora muero contenta”.  Así, el 22 de enero de 1.904 se apaga  esta niñita en tal alto valor espiritual y con tan solo 13 años.!

Laura tuvo una corta vida, plagada de sufrimientos, pero ella nunca dejaba de dar gracias y rezar.

Curiosidades sobre la vida del Beato Rolando Rivi

La conocida  Torinese, Cristina Siccardi (2 de mayo l966) licenciada en letras y escritora de la vida religiosa de santos, entre ellos, “En el Nombre de la Verdad” –Monseñor Marcel Lefebvre, 2010, nos regala con estos pasajes de nuestro querido Rolando Rivi:

“Mañana un cura menos” es esta la motivación que viene dada del comisario político de la formación partisana garibaldiana, que asesina en 1945, al seminarista Rolando Rivi, de 14 años. Han sido muchas las víctimas entre el clero italiano durante la segunda guerra mundial y la guerra civil. Víctimas del nazismo, como don Giuseppe Morosini (1913-1944), acompañado al suplicio del Obispo que lo había ordenado sacerdote, el futuro Cardenal Luigi Traglia (1895-1977),  o como otros tantos sacerdotes y párrocos asesinas por los partisanos y militares comunistas, también como don Umberto Pessina (1902-1946).”

“Escribió el Obispo de Reggio Emilia, Beniamino Socche (1809-1965), en su diario: “…el cadáver de don Pessina estaba aún por tierra; lo bese, me arrodille y pedía ayuda (…). Hablé en el funeral..(…) tomé la Sagrada Escritura y leí las maldiciones de Dios para aquellos que tocan los consagrados del Señor (…). El día siguiente, era la fiesta del Corpus Domini; a la procesión en la ciudad, participó una multitud y apoye mi discurso, en aquellos que hace cesar a todos los asesinos. Yo – dije.- haré conocer a todos los Obispos del mundo el régimen de terror que el comunismo ha creado en Italia”.  En Emilia Romagna y sobretodo, en el “Triangulo de la muerte (Bologna, Modena, Reggio Emilia), perecieron bárbaramente 93 sacerdotes y religiosos; la mayor parte a consecuencia de la  venganza de los rojos”. Entre las víctimas también Rolando Rivi, culpable  de usar la sotana.”

Algunas Perlitas:

a) Han sido declarados 65 nuevos beatos y 7 venerables, muchos son de la guerra civil española, la del régimen comunista de la Europa Oriental y del nazismo, entre los que aparece también Rolando Rivi.

b) El 15 de abril de 2018, en la Propia Iglesia de San Valentino, donde actualmente está el cuerpo de Rolando Rivi, Meris Corghi (hija de Giuseppe Corghi, aquél que disparó dos tiros contra Rolando), y con la presencia –ya anciana- de la hermanita menor de Rolando, Rossana, pide en pública y emotiva ceremonia, el pedido de paz entre las dos familias.

c) El 4 de octubre de 2013, se realiza un video muy importante con un testimonio ocular indiscutible: Don Alberto Camellini, junto con el periodista, hacen una visita al bosque y al lugar exacto donde encontraron el cuerpo de Rolando Rivi. Aquel que fuera el párroco y que conociera en profundidad la nobleza de nuestro querido mártir,  cuenta pausadamente los pormenores de aquel hallazgo. (Para aquellos que lo quieran escuchar, esta es la referencia: “Beatro Rolando Rivi- video del 4 octubre 2013, lo publica ”Dodici Porte”)

d)  Hemos tenido la gracia de poder visitar la Iglesia de San Valentino y acompañados en todo momento, por el primo de Rolando Rivi, de nombre Sergio, quien con tanta amabilidad nos dio a besar sus reliquias, conocer la pila bautismal en donde fue bautizado nuestro seminarista mártir, rezar con el Beato Rolando Rivi y conocer los pormenores de su vida, que humildemente hemos tratado de volcar aquí.

Rolando Rivi, ruega por nosotros y por todos los seminaristas.!

Estampa del Beato Rolando Rivi:

Vida del Beato Rolando Rivi

Vivaz, alegre, incluso despreocupado. Monaguillo a los cinco años…

Jesús –Hostia,  lo transforma y le hace nacer dentro de un gran sueño. …luego, a los 14 años,…derrama la sangre por Jesucristo-…

Sobre las alturas, entre el torrente Tresinaro, (Modena) y el río Secchia, surge la pequeñísima población de San Valentino recogida entorno a la antigua Iglesia. (en Castellarano, región de Reggio Emilia –Italia)

Aquí, el 7 de enero de l931, en la casa de Roberto Rivi y Albertina Canovi, agricultores, ricos de fe, nace un niñito, bautizado al día siguiente por el párroco, Don Luigi Lemmi con el nombre de Rolando, confiado a la Virgen, se le agrega el  nombre de María, en honor de tan digna Señora…un pequeño copo de carne: Rolando María Rivi.

El papá de Rolando, se había educado en la fe genuina y fuerte de su mamá, Anna Ferrari (La abuela de Rolando), y en los tiempos heroicos de la Acción Católica de los años veinte; había sido parte de los jóvenes inscriptos de su parroquia.  Antes de ir a trabajar al campo, cada mañana asistía a la celebración de la Misa y se acercaba a la Comunión. En esta atmósfera de fuerte religiosidad y fe católica, creció nuestro mártir Rolando.

Se mostró enseguida, autosuficiente: aprendió muy fácil a caminar solo y rechazaba de hacerse llevar en brazos.  Era el segundo de los tres hijos de este matrimonio cristiano. (Guido y Rosanna, eran los otros dos).

Llevaban  una vida muy cristiana tanto en casa como en la pequeña población., por ello, Rolando crece respirando este clima perfumado de Dios.

De los padres aprendió a conocer a Jesús y a amarlo. Era muy inteligente, resoluto y feliz. “Disparatado en los juegos, el más absorto en oración”

 Era así tan vivaz, que la abuela decía: “o se hará un desvergonzado o un santo”. Su corazón lo tenia ya grande y bueno: no soportaba las injusticias y con su sonrisa abierta se había perdonar inmediatamente sus travesuras.

A los seis años (en 1937) comienza a ir a la escuela. Encuentra a una maestra: Clotilde Selmi, una mujer de comunión cotidiana, preparada y toda dedicada a su misión, junto a Antonietta Maffei,  quienes dirigirán el alma de Rolando hacia el amor por la vida, por la familia, por Jesús, por sus hermanos, completando así, la educación recibida de sus padres y  familiares.

Ayudaba en la  Misa como monaguillo de Don Olindo Marzocchini,  aprendiendo con el  catecismo;  pero  será este  santo sacerdote,  quien dirigirá  su vida espiritual y su vocación.

El 16 de junio de l938, a los 7 años,  desbordante de alegría, Rolando recibe la Primera Comunión. Desde aquél día, guiado por don Olindo, aprendió a vivir la vida con Jesús: Cotidianamente iba a la Iglesia a encuentra su Jesús, en el coloquio, de corazón a corazón.

 Amante de la música, entró a formar parte del coro;  tocaba la armónica y el órgano.

Se hace aún más luminoso, cuando el 24 de junio de l940, recibe de Monseñor Brettoni, Obispo de Reggio Emilia, el sacramento de la Confirmación: ahora le tocaba a él, testimoniar a Jesús, amarlo y hacerlo conocer.

Tenia casi 11 años, dice a sus padres y a abuelos” Quiero hacerme sacerdote para salvar tantas almas. Luego partiré como misionero para hacer conocer a Jesús, lejos, lejos”.Sus padres no se opusieron y al comienzo de octubre de l941, ingresó en el Seminario de Marola (Carpineti, en Reggio Emilia), –(Italia era ya en guerra)- completando allí, el ciclo de la escuela elemental, como en aquel entonces se usaba y vistió inmediatamente la sotana, llevándola con  dignidad y amor,  hasta el día de su martirio, como un signo de su pertenencia a Cristo y a la Iglesia,  que serán la causa  de su prematuro fin.

En tanto la guerra enfurecía y hasta la tranquila aldea de San Valentino  era afectada. Después del 8 de setiembre de l943 con la caída de Benito Mussolini y la ocupación de la península por parte de los alemanes, se habían formado,  en las provincias emilianas- romanescas, grupos partisanos,  que era compuesto en su mayoría por comunistas, socialistas; pero muy pocos cristianos, todos  con una fuerte connotación anticatólica.

La franja más extrema, aquella de los comunistas, no se limitaba a combatir a los alemanes, viendo en todo el clero un peligroso  dique al proyecto revolucionario, el anticlericalismo se hizo violento y cada vez más amenazador.

En junio de l944, cuando Rolando terminó la segunda media, los alemanes ocuparon el Seminario de Marola y los seminaristas fueron mandados a sus respectivas casas.


También Rolando debió retornar a San Valentino, llevándose sus libros para poder continuar estudiando desde allí y no perder el año escolar.

Continuó sintiéndose seminarista: la Iglesia y la casa parroquial, fueron sus lugares predilectos para transcurrir el tiempo, enseñando a otros niños a hacer de monaguillo, la visita al Tabernáculo,  las clases de catecismo; guiaba en la casa paterna, el rosario junto a su abuela; viendo su párroco con placer su fervor, por otra parte Rolando no deja de llevar su sotana, ni siquiera estando en su casa, a la espera de poder retornar al seminario.

Tal era la situación, que los padres, asustados de los que estaba pasando a su alrededor, con la incursión de alemanes, fascistas y partisanos, insistían a su hijo de quitarse la sotana, porque los tiempo no eran buenos por el momento; pero Rolando respondía: “¿porqué?. Qué mal hago en llevarla? No tengo ganas de sacármela” “yo estudio para sacerdote y la sotana es el signo que yo soy de Jesús”

La situación se precipita:

En tanto, en San Valentino también don Olindo Marzocchini fue agredido una noche y dado que otros sacerdotes (Donatelli, Ilariucci, Corsi, Mandredi), habían sido muertos por los partisanos comunistas –fue transferido a otra parte más segura y en su lugar, fue puesto un joven sacerdote, don Alberto Camellini.

En el pueblo, muy a menudo estaban las discusiones políticas, a las cuales no eran fáciles responder, mejor callar, pero en una ocasión en la cual estaba presente nuestro joven seminarista, algunos atacaron injustamente a la iglesia y la actividad de los sacerdotes y Rolando, con  impulso, tomó la defensa delante de todos y sin ningún miedo. Así a cuantos ya lo admiraban, se alternaran algunos que lo tenían como mal visto.

El  1º de abril de l945, Pascua de resurrección, retorna a la parroquia Don Marzocchi  permaneciendo su joven capellán don Camellini y Rolando seguía participando a las solemnes funciones religiosas.

El Martirio del joven seminarista

Estaba aún la guerra, pero en el aire se sentía  que se acercaba a su fin y Rolando en los días sucesivos, no faltó nunca a la Misa  y con un libro bajo el brazo, en el florecer de la primavera,  se acercaba a un bosque a estudiar como de costumbre, usando siempre su sotana.

Mientras sus padres lo  esperaban para el almuerzo y no viéndolo,  se acercaron al bosque para buscarlo, encontrando por tierra sus libros, con una nota: “no lo busquen viene un momento con nosotros los partisanos”.

El 10 de abril de l945, el seminarista fue secuestrado, y llevado prisionero a Piano di Monchio, en el sobre el Apenino modenese, encerrado y brutalmente  torturado, por 3 días, despojado de su sotana; delante de aquel poco menos que un muchachito llorando, alguno de ellos movidos de cierta piedad, propusieron de dejarlo ir, porque en efecto, era solamente un niño; pero otros se negaron y lo condenaron a muerte para tener “un futuro cura menos”.

Lo llevaron al bosque de Piano de Monchio (Modena), cavada allí una fosa, Rolando obligado a arrodillarse sobre el borde, y mientras rezaba por él y sus queridos padres, dos balas, una dirigida a su frente y la otra al corazón,  se desploma sobre la misma.

Cubierto con tierra y hojas secas  de encinas; era el viernes 13 de abril de l945 y Rolando tenía 14 años y 3 meses; su sotana fue enrollada como  una pelota de futbol y luego colgada como un trofeo de guerra sobre el pórtico de una casa vecina.

Solo el día siguiente, por indicación de uno de los partisanos, el papá  Roberto y el capellán, encontraron el cuerpo descompuesto. Lo desenterraron y ayudados por algunos campesinos, lo llevaron a la Iglesia de María Asunta en Monchio, donde se celebraron sus funerales y sepultado en el  cementerio local.

Sus padres escribieron sobre su tumba:

“Tu que de las tinieblas y del odio has sido  apagado, vive en la luz y en la paz de Cristo”

Algunas perlitas sobre la vida de Nenolina

1 Le fue puesto el nombre de  Antonieta por el motivo que el abuelo se llamaba Antonio, y porque estaban en el centenario antoniano. El segundo nombre, Teresa, por la devoción  que tenían a Santa Teresita del Niño Jesús; Gabriela en honor de San Gabriel de la Dolorosa y Rosa, le fue  impuesto por su madrina, en honor de Santa Rosa de Viterbo.

2) Cuando los esposos Meo, se casaron eligieron como protectora a la Virgen de Pompeya y en la mitad de su viaje de novios, se dirigieron al Santuario de Pompeya (al sur de Nápoles) para pedir la bendición a la Virgen. Recuerda—cuenta la mamá- que en aquel Santuario se acercaron a los sacramentos y que el confesor, le dice: “Con recitar desde el primer día de su matrimonio el Santo Rosario han abierto la puerta de su casa a la Virgen: La Virgen entrará y la familia será bendecida” (¡!qué ejemplo!!!)

3) De Nenolina quedan 177 escritos, de los cuales 19 pequeños pensamientos (manuscritos en los 19 días precedentes a la confirmación) y 158 cartitas: 7 firmadas mientras las otras cuando no sabía aún escribir, se las dictó  a su mamá y algunas veces a su hermana mayor, Margarita. Lamentablemente, escritas sobre hojas (que llamaríamos “papelitos sueltos”),  y eran puestos debajo de la imagen de Jesús – “que de noche las habría leído” decía Nenolina, y muchas han sido perdidas. De las que quedan 7 son dirigidas a los familiares; 6 a la Santísima Trinidad; 12 a Dios Padre; 108 a Jesús (con varios nombres: niño, grande, crucifijo, etc.),  17 a la Virgen; 2 a Santa Teresita de Lisieux y 2 a Santa Inés.

4) Leemos algo que hace estremecer: En los primeros meses de 1937, aconsejada por su marido- Michele- para distraerla un poco del pensamiento del dolor de su Nenolina, su madre, comienza a frecuentar las lesiones de la propaganda que se hacían en la Vicaría (La Iglesia de la Santa Cruz, era la iglesia parroquial de la familia y es allí mismo, donde reposan los restos de Nenolina), en la preparación de la semana de la Madre. Fuese o no una coincidencia, que de aquellas reuniones, Nenolina siempre era con fiebre.

Dominada de la duda que tal vez el Señor no quisiese aquel  compromiso del apostolado, un día le pide a Antonieta que “Cuando veas a Jesús,  pregúntale si debo ir a las conferencias” la pequeña responde: “si, se lo preguntaré”. Algún tiempo después le dice:” Mamá, he preguntado a Jesús si tu debes ir, y Jesús me ha hecho un señal de No con la cabeza” “va….tu estás equivocada—le responde la madre-“ “no, no estoy equivocada”.

Lo mismo sucede para Pascua: telefonaron desde el Consejo Diocesano de Acción Católica  (recordemos que estamos en el año l937!!, en donde todo la vida era católica!) pidiéndole a la madre de hacer dos conferencias. A la función del Martes Santo, mamá María le pregunta a Nenolina si Jesús quisiera que fuese allí. Y la pequeña responde: “Jesús, hace señas que no!”.La mamá fue igualmente a la primera conferencia, pero a la segunda le disgustó y no fue. La pequeña, seria, seria, comentó: Sin embargo, Jesús decía que no”!

…En fin, hay tantos pero tantos elementos que se podrían volcar en este pequeño homenaje, si se quiere, de la vida y de los pormenores de Nenolina, en su corta pero intensísima vida espiritual, reflejados fielmente, gracias al testimonio de su madre y de su padre, volcados en esto libros: “ Nenolina. Quando l´amore supere il dolore”, Editrice Ave, Piersando Vazan, 2.004; “Antonietta Meo. Nenolina” del mismo autor, Ediciones Velar, 2009; “In Braccio a Gesù”, Paolo Risso, Edición particular, 2.006, Costigliole d´Asti. Italia; Maria Meo “Ricordi della mamma di Nenolina”, P. Vazan, Editrice Ave, Roma, 2002., de los cuales hemos tomado a groso modo, para enriquecernos espiritualmente, simplemente,……de una niña.

Escritos de Nenolina

El día 2 de enero de l937 la pequeña le dice a su mamá:  “escucha mamá, te quisiera decir una cosa:  Hace tanto tiempo que quiero decírtelo. Si yo muero tu no debes llorar!”, “pero, tesoro, como puedo hacer para no llorar?” “bien!, escucha mamá: haz así, piensa que si yo muero voy al Paraíso y ruego por ti; si en cambio, me quedo aquí, sí, rezaré por ti, pero Jesús podría y también no podría, escucharme, en el Paraíso me escuchará  sin dudas”!

En el período de estas 3 cartitas, el contenido se hacía más profundo. Emblemáticas, son éstas, casi inconcebibles por aquella época, dado que el acento de Nenolina, cae sobre el Crucifijo y la Santísima Trinidad:

(carta 125) 28 enero l937

Querido Jesús Crucifijo

Querido Jesús libra muchas almas del purgatorio para que vayan al paraíso a glorificar a la Santísima Trinidad [….] Querido Jesús  es verdad que hoy no he sido muy buena pero Tu perdóname y te prometo que mañana seré siempre buena. Querido Jesús si yo me quisiera hacer monja, tu estarás contento? […] querido Jesús yo quisiera hacerme santa y tú ayúdame a hacer tantos sacrificios. Yo querido Jesús quiero convertir tantos pecadores porque cuando mueran vayan al paraíso conmigo […] querido Jesús, di al Espíritu Santo que ilumine mi corazón de amor y que me bendiga. Querido Jesús, di a la Virgencita que la quiero tanto y que me proteja y me ponga bajo su manto. Querido Jesús tu  que has sufrido tanto sobre la Cruz yo quiero hacer tantos sacrificios y quiero permanecer siempre sobre el calvario alado tuyo y a tu mamita. Recibe tantos saludos caricias y besos de tu querida Antonieta y Jesús.

(carta 126) 29 enero l937

Queridísima Santísima Trinidad

Queridísimo Dios Padre yo se que me quieres bien y yo también te quiero tanto tanto […] querido Jesús te quiero tanto tanto bien querido Jesús cuando nacistes en la gruta de Belén sufrías también y tenias tanto frío. Querido Jesús yo quiero reparar estos, tus dolores.

Querido Espíritu Santo tú que eres el amor del Padre y del Hijo ilumina mi corazón y mi alma y bendíceme. […] yo te quiero tanto tanto bien querido Espíritu santo cuando yo haré la confirmación tu dame todos tus siete dones […] Antonieta.

(carta 129) 1 febrero l937

Querido Jesús crucifijo

Yo quiero salvar tantas almas para ir al Paraíso contigo y con estas almas que yo he salvado […] Dile a Dios Padre que  estoy muy contenta que  has hecho curar a mi mamá y te agradezco también a Jesús. Querido Jesús te quiero tanto  has convertir tantos pecadores especialmente aquel pecador […] querido Espíritu Santo te agradezco también a ti que has hecho curar a mi mamá y haz venir al Paraíso conmigo a mi, y a mi familia y hazme crecer siempre más buena […] querida Virgencita te quiero tanto. Te mando tantos saludos de tu querida hija.

El 15 de mayo de l937, fue llevada a Monseñor Dotarelli para la confesión y recibir así, la Confirmación.  Le hace ver al mismo Monseñor el pequeño diario que había escrito, en espera de este día:

Abril l937

26. Querido Espíritu Santo dentro de pocos días te recibiré.

27. Santísima Trinidad Te amo! Querido Espíritu Santo ilumíname y santifícame. Querido Espíritu Santo bendíceme.

28. Querido Espíritu Santo que te unes al Padre y al Hijo úneme también a mí.

29. Querido Espíritu Santo, cuando tú vendrás a mi corazón llénalo de tus siete dones y de tu Amor. Querido Espíritu Santo,  mañana quiero ser más buena.

30. Querido Espíritu Santo el día que te recibiré quiero hacer tantos pequeños sacrificios.

Mayo l937

  1. Querido Espíritu Santo yo quiero obedecer siempre.
  2. Querido Espíritu Santo hoy soy feliz porque he recibido Jesús y por los méritos de Jesús dame sus siete dones. Querida Virgencita en este mes quiero hacer tantos pequeños sacrificios.
  3. Querido Espíritu Santo, yo mañana quiero hacer tantos pequeños sacrificios.
  4. Querido Espíritu Santo, dí a Jesús que quiero ser su lámpara y quiero ser su lirio.
  5. Querido Espíritu Santo lléname de tu gracia y haz que pueda hacer tantos pequeños sacrificios para prepararme a recibirte dignamente.
  6. Querido Espíritu Santo dile a Jesús que un día haga ascender al cielo  también nuestras almas.
  7. Querido Espíritu Santo yo quiero que Tu también sea mi Espíritu de amor.
  8. Querido Espíritu Santo, yo quiero hacer tantos pequeños sacrificios,  porque cuando entraras  en mi corazón quiero hacerte contento.
  9. Querido Espíritu Santo, dile a la Virgencita que la quiero mucho.
  10. Querido espíritu Santo, lléname de tu gracia y haz que te Ame siempre.
  11.  Querido Espíritu Santo, yo se que faltan pocos días para recibirte y te quiero amar siempre más.
  12. Querido Espíritu Santo, yo te quiero hacer siempre contento y quiero que cuando tú vendrás a mi corazón, lo encuentres blanco y limpio.
  13. Querida Virgencita ayúdame a hacer bien la Confirmación y quiero que tú seas mi madre celestial.
  14.  Querido Espíritu Santo, mañana te recibiré y yo estoy muy contenta y me haré soldado de Dios.

Vida de Antonietta Meo

Cuán poco sabemos de la existencia de niños…pero..¿sabemos de niños que hayan vivido en un grado tan alto de santidad?; mediante esta serie de artículos,  proponemos hacerlos conocer y porqué no?, ver que de tan corta existencia, cuánto testimonio nos han dejado…

Antonieta Meo (“Nenolina”)

Escribía Paola Bignardi, presidenta, por aquel entonces (5 de setiembre del 2004), de la Asociación Católica Italiana,  desde  Loreto (Provincia de Las Marcas, Italia), sobre la brevísima existencia  de Antonieta Meo (Nenolina), una niñita que con tan solo 6 años y medio, rinde su almita a Dios habiéndole ofrecido sus dolores  -al padecimiento de la cruz de Jesús- todos aquellos que ella sufrió , derivados de su mal.

 Una prueba para decir que no hay edad justa para amar; una lección de abnegación y ofrecimiento de sí,  que traspasa de la magistral narración del sacerdote jesuita Piersandro Vanzan, (su biógrafo) obtenido del más vinculante testimonio: la mamá de Nenolina: María Ravaglioli.

Una conmovedora historia de fe que confunde por el inigualable coraje con el cual la pequeña Antonieta afronta el dolor. Nenolina se hace el símbolo de una santa niña.

La santidad es un camino abierto también para los más pequeños;  y que la educación a la virtud , es un trayecto que se inicia pronto y encuentra en la familia el terreno más adecuado para un injerto fecundo….

+ + +

María Ravaglioli (mamá de nuestra querida Nenolina), y Michele Meo, se casaron el 22 de marzo de l914, ambos terciarios franciscanos. Sus primeros hijos fueron Giovanni, (que muere un año después de su nacimiento), luego fue Margarita y Carmela; pero esta última muere a los dos años. Luego Dios bendice este hogar cristiano con la llegada- el  15 de diciembre de l930- de nuestra querida Antonieta,  y  que la primera cosa que hice, -cuenta su madre- fue hacerle la señal de la cruz en su frente”.

Bautizada en la Iglesia Santa Cruz de Jerusalem, en Roma., (Iglesia parroquial de la familia), el 28 de diciembre de l930.

Cuenta su mamá que “..apenas pude- cada vez que la ponía en la cama- intentaba con sus manitos, hacerse el signo de la cruz pero era tan pequeñita que era un signo muy vago…”

Acontecimientos profundamente señalados desde la Cruz de Cristo, y llenos de hechos extraordinarios, generalmente referidos en las cartitas que Antonieta dictaba a su mamá, en el recuerdo que la misma ha fijado en el diario, y en los varios testimonios recogidos en el Proceso Canónico.  Todo rebela, según los especialistas,  una auténtica tipología de experiencia mística.

Tanto más singular, en cuanto que Nenolina, era una niñita normalisíma: a los 3 años frecuenta el asilo de las monjas (lo que hoy llamaríamos  el parvulario); a los 5 añitos es inscripta en las “pequeñitas” de la Juventud Femenina de Acción Católica, a los 6 añitos inicia la primera elemental con las mismas religiosas  y se convierte en la “benjamina” de esa Juventud Femenina, fundada por Armida Barelli. (declarada Sierva de Dios y Venerable).

“En casa, -cuenta la mamá- era siempre ella que quería dar la limosna a los pobres, que venían a golpear a la puerta. “Recuerdo que un día viene un niño y le di un plato de macarrones. No es habitual dar pasta o sopa, aquí en la Ciudad. Antonieta asiste feliz a la comida del niño y no le esquivaba a ningún movimiento……..en una distancia de tiempo de tres años, (después de este hecho)  durante su última enfermedad, yo le hablaba del juicio universal y le repetía palabras de Jesús: Tenia hambre y me diste de comer, etc. etc. me interrumpe y dice: “mamá: tu aquel día estarás a la derecha. “Esperemos, hija mía!.” Sí, porque recuerda que has dado un plato de macarrones a aquel niño que tenia hambre?. Confieso-continua diciendo la mamá- que me sentí pequeña, pequeña, tal vez tenia razón Antonieta: Propio de bueno no tenia en mi servicio,  sino aquel plato de macarrones!”

La madre recuerda que Nenolina,  “pedía casi siempre perdón de rodillas y besaba la mano también por pequeñísimas cosas. Era así de sincero su arrepentimiento”.

Un día, Nenolina, estaba en cama con amigdalitis y su mamá le leía sobre Niños Santos. Le había leído en aquella ocasión que una niña, se consideraba un “racimito de uvas” y otra “el angelito de Jesús”, mamá María le pregunta a Nenolina: “y tu qué querrías ser?” y sin quitar la mirada a la imagen del Sagrado Corazón,, delante de la cual arde continuamente una lamparita, responde: “

Yo soy la lamparita de Jesús”, “fue propio en aquel día, que tome la costumbre que me dictara sus cartitas: primero las hacia para mi, luego para el Papá  y Margarita, luego a Jesús y a la Virgen.”

Por lo común, la pequeña en sus cartitas, no menciona nunca de aquello que su mamá le había explicado,  pero manifestaba  a Jesús que lo quería,  el deseo de recibirlo y de aquello que había hecho en el día. Las cartitas, venían luego puestas  debajo de la imagen del  Sagrado Corazón”

Lamentablemente, una tarde de febrero Antonieta regreso de la escuela llorando: se había caído y golpeado la rodilla izquierda, en una elevación de piedras. La mamá le toca la rodilla y constatando que podía doblarla, sin dolor, pensó que no fuese nada de grave.

El dolor transformado en amor oblativo

Esta breve existencia de Nenolina, efectivamente es una vía crucis recorrida con fuerza oblativa además de gracias, hecha de oración y sufrimientos reparadores con el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, Jesús Niño, Jesús grande, Jesús sufriente, la Virgencita, los ángeles custodios y varios santos, como resulta de las  160 cartitas que han quedado. En estas cartitas,  leemos un continuo intercambio  de amor con Jesús, al cual, Nenolina pide  “dame almas, yo te doy el corazón” y por esto le ofrece cada sufrimiento.

Junto a las cartitas es fundamental el diario que la mamá de Nenolina, -María —escribe, junto a esposo- Michele, por orden del carmelita descalzo, el padre Stanislao Pederzani, que muy bien había intuido la excepcionalidad del caso.

La lectura de esas fuentes, ha impresionado a la misma Comisión por la Causa de beatificación y  desconcertados a los que  no tienen una fe robusta, de los protagonistas de esta hermosa historia.

En abril de l936 un osteosarcoma  había requerido la amputación de su piernita izquierda y así, inicia su dolorosísima Vía Crucis, pero también su inefable experiencia de Dios.

El sábado 25 de abril, le fue amputada su piernita izquierda. Palabras de la madre, que cuenta el dolor angustioso de su marido, el papá de Nenolina: “….fue hasta el largo corredor, donde una ventana daba justo a la Iglesia, arrodillado todo el tiempo que duró la operación  (cerca de dos horas y media). Vive aquellas horas en una angustia mortal, llora, reza, implora y espera. Y Jesús no lo abandona, porque cuando al final, un médico se acercó y le dice que  no se ha podido hacer otra cosa que tener que amputar la pierna y apenas llegaron a tiempo para salvarle la vida.

Agachó la cabeza y con la mente dijo: “se ha hecho tu voluntad, Señor, tu voluntad”.  Mas tarde dirá a su esposa: “pobrecita; pero esta hijita será tu consolación. Si el Señor ha permitido esto, tendrá sus fines,  que son siempre para nuestro bien!”

Cuando le dicen en el Hospital que la niña podía levantarse por algunas horas para tomar el sol, viene otra angustia para la madre: “Cómo decirle que no tenía más la pierna?. Estaba sola y luego de haber pedido auxilio, en especial al Espíritu Santo, me senté alado de ella y comencé: “…Hace días  me has dicho que tu le habrías dado a Jesús todo, recuerdas:? Sí mamá. Has dicho que le habrías dado también la mano: recuerdas?. Sí mamá .Y si Jesús te pidiera la pierna que te duele, se la darías?, Sí mama!. Y no te disgustaría de permanecer sin una pierna?. Me miró, luego, agachando la cabecita, responde: un poquito: pero no me disgusta; Jesús ha ofrecido tanto sobre la Cruz y yo le ofrezco a Jesús por nuestros soldados que están en Abissinia (país del Ágrica).

Me levanté,  salí fuera y llore…”!!cómo había sido bueno Jesús y cómo me lo había facilitado”! Recuerdo  también que Nenolina me preguntó: ” la pierna me crecerá?, respondí que no, pero se podrá poner un aparto ortopédico y podrás caminar todavía”…..

En setiembre de l936, va a la primera elemental, con  una prótesis que le da mucho fastidio, pero le dice a Jesús: “cada paso que hago sea una palabrita de amor” (26 de marzo de l937). También ponérsela era difícil, porque estaba siempre en movimiento. Y, Catalina, la doméstica, recuerda que una vez le dijo: “tu quieres siempre jugar y yo no tengo tiempo que perder; no te pongo más el aparato”,  Nenolina, toda seria responde: “Sé buena, estaré quieta –Yo lo llevo por amor de Jesús y tu pónmelo por amor de Jesús” (aquel aparato, era su pierna ortopédica…)

Impresionados de las cartitas y de la madurez espiritual de Nenolina, sacerdotes y amigos, aconsejaron a la familia de anticipar la Primera Comunión – Recibe las lesiones de su madre y  del sacerdote y ofrece muchos sacrificios, pequeñitas ofrendas ( “fioretti” como lo llama ella) y un día su criada le pregunta “Que son esos “fioroetti”?, dice Nenolina: “es dinero para comprar…..”; pero qué dinero?, le pregunta  Catalina, la doméstica:”yo te digo que tu debes acumular dinero para comprar el Paraíso”, contesta Nenolina.

 Recibe a Jesús,  en la noche de Navidad de l936, en la Capilla de las religiosas, sus enseñantes: Las Celadoras del Sagrado Corazón, en calle Sommeiller en Roma.  Para agradecerle –como Dios se merece, no obstante su condición física- permanece arrodillada,  inmóvil, en oración. Desde esta noche santa, toma por guía espiritual, a Monseñor Dottarelli, y la comunión frequente, la conducirá a la cumbre del amor divino, propio en el tiempo en que su mal, se agravará.

Pero el osteosarcoma volvió enseguida y de manera violenta, tanto que en mayo de l937, Antonieta fue de nuevo hospitalizada. El tumor de había reproducido también a la cabeza y le había tomado el pecho y le impedía la respiración, con sofocación continua a la garganta.

Era ya la vigilia de los últimos tremendos 40 días,  y aquello de la “fuerza” se manifestó como el don más vistoso. La amputación de la pierna, lamentablemente,  no había detenido el tumor que, a mitad de junio, se reveló con metástasis a la cabeza, a una mano y al pie,  con cistitis y con muguet en la boca y en la garganta (infección por hongos).

Dolor agudísimo y aún más las terapias: inyecciones explorativas al pulmón izquierdo, con extracción de líquido del mismo, resección de tres costillas efectuadas con simple anestesia local, dada la insuficiencia cardíaca de la niña.

Antonieta sufre en modo impresionante, no teniendo un instante de tregua pero habitualmente hacía la comunión cotidiana. Catalina, la encontró una mañana sin moverse, con la mirada fija en lo alto, llamándola  varias veces. Antonieta hace un además, pero continuó a permanecer inmóvil, y finalmente Nenolina susurra casi ausente. “rezo, rezo”.

El viernes 2 de julio (l937) le pregunta su mamá, de cuanto tiempo no veía a Jesús: “la última vez ha sido esta mañana, cuando he hecho la comunión”  Y aquella fue su última comunión.

Al día siguiente, 3 de julio de 1937, la ansiedad atormentaba a Nenolina, y la fiebre era alta, pero respondía  que “estoy bien”.

Se acerca la hora de la comunión, le pequeña recitó el acto de dolor, le pusieron el velo blanco sobre la cabecita y un mantelito bordado sobre la cama, luego la enfermera apoyo sobre su rodilla, un pequeño reclinatorio en blanco. En aquel momento llegaron el papá y la mamá, desgarrados al verla en aquel sufrimiento, el sudor frío que le pegaba sus cabellos en la frente, los ojos hundidos, que brillaban más que normalmente, que no parecía a los de una moribunda.

 La mamá le puso su crucifijo y sus labios se posaron sobre el costado de Jesús en un último beso. Y Antonieta dice: “Dios, mamá, papa”!. Antonieta mira fijo delante de ellos, sus ojos eran serenos, y el rostro sin la mínima contracción. El jadeo había cesado y respiraba a largo intervalos. El papá que la sostenía con el brazo, sintió que se abandonaba y la apoyó dulcemente sobre la almohada. Y él se inclino sobre el odio de la niña y le dice fuerte: “Jesús, José y María os doy…….expire en paz con vosotros el alma mía”.

A la última invocación, Antonieta respiró largamente e inclinando la cabeza, muere……

En aquél momento, llega el sacerdote llevando la Santa Comunión destinada a Nenolina y que fuera recibida por los padres, uniéndose así con la niña, que en aquel momento era por siempre con Jesús.

Imposible  no hacer mención aquí y como un homenaje a padres como los Meo, de aquellas palabras de San Agustín: “….No te pregunto porqué me la has quitado; pero te agradezco habérmela dado y el tiempo que la he tenido”…….

+ + +

Coeficiente humano en la evolución sobrenatural de Nenolina

Para valorar adecuadamente las maravillas que Dios ha hecho a esta niña –y no permanecer desconcertados de la Vía Crucis que recorre,  sufriendo y ofreciendo junto a Jesús, —  sirve recordar los factores humanos que han acelerado el crecimiento espiritual y místico: la familia, la parroquia, el asociacionismo. En este caso, la Juventud Femenina de Acción Católica y la escuela católica.

De estos ámbitos, la niña extrae la sabia espiritual y apostólica,  típica en la pastoral y teología de los años Treinta.

Con respecto a los sacerdotes, recordamos el encuentro de Nenolina con el padre Orlandi (12 de setiembre de l936), decisivo a los fines de la Primera Comunión y la importancia de su confesor, Monseñor Dottarelli.  Nenolina le pedía seguido a Jesús que le encontrase un buen confesor, porque “quiero hacerme santa” (cartita del 8 de noviembre y 21 de diciembre de l936), después de haberlo encontrado, le recomienda continuamente a Jesús “de hacerle todas las gracias necesarias” (2 de junio de l937). De hecho, en el proceso canónico, vemos cuánto tacto  Monseñor Dottarelli usó con Nenolina, no solo durante la Vía Crucis- enseñándole el arte de sufrir y ofrecer con Jesús pro mundi vita, sino también en el discernir las gracias extraordinarias del último período y de recomendarle de hacer silencio con todos.

En lo que respecta al asociacionismo, los biógrafos subrayan el entusiasmo de Nenolina por cada iniciativa, medalla o página de la Juventud Femenina, mientras a propósito de las religiosas, además de la alegría  de Antonieta en el frecuentar la escuela y el catecismo.- se lo dice repetidamente a Jesús:” voy de muy buena ganas, porque aprendo tantas bellas cosas de Ti y de tus santos” – deja filtrar siempre un evidente atracción cuando escribe: “quiero hacerme monja, para ser tu esposa, querido Jesús, y salvar muchas almas”  (cartita del 5 y 21 de diciembre de l936)

Pero venia un factor principal, la familia. La santidad de Nenolina se arraiga en el buen terreno de una familia romana de los años treinta, en la cual reinaba una atmósfera de serenidad amorosa y de profunda fe. Como ya habían hecho con su hermana mayor, Margarita, los padres la “introducen en mundo de Dios”, de manera simple y natural, casi sin darse cuenta; en casa ellos hablan de Dios, de Jesús, de la Iglesia, de los Santos, de los Mártires. No es vida conventual, sino de una familia con Dios.

 Era una familia que gozaba de cierto bienestar: el papá trabajaba en la presidencia del Consejo, y no solo Los Meo rezaban en familia el Santo Rosario sino que eran muy caritativos hacia los pobres. Recuerda la madre que cuando encontraba un pobre “Nenolina quería una monedita y se lo daba con tanta gracia que sus ojos brillaban de alegría a la bendición del beneficiario. Y en casa era siempre ella la que quería dar la limosna cuando los pobres venían a golpear a la puerta”.