Visperas del Domingo in albis

Rito de entrada
V. Dios ✠ mío, ven en mi auxilio.
R. Señor, date prisa en socorrerme.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.
Aleluya.

Salmos

Ant. Aleluya, * aleluya, aleluya.

Salmo 143(1-8) [1]

Bendito el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para el combate, * mis dedos para la pelea;
Mi bienhechor, mi alcázar, * baluarte donde me pongo a salvo,
Mi escudo y mi refugio, * que me somete los pueblos.
Señor, ¿qué es el hombre para que te fijes en él? * ¿Qué los hijos de Adán para que pienses en ellos?
El hombre es igual que un soplo; * sus días, una sombra que pasa.
Señor, inclina tu cielo y desciende; * toca los montes, y echarán humo;
Fulmina el rayo, y dispérsalos; * dispara tus saetas y desbarátalos.
Extiende la mano desde arriba: defiéndeme, líbrame de las aguas caudalosas, * de la mano de los extranjeros,
Cuya boca dice falsedades, * cuya diestra jura en falso.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 143(9-15) [2]

Dios mío, te cantaré un cántico nuevo, * tocaré para ti el arpa de diez cuerdas:
Para ti que das la victoria a los reyes, * y salvas a David tu siervo, defiéndeme de la espada cruel,
Sálvame de las manos de extranjeros, cuya boca dice falsedades, * cuya diestra jura en falso.
Sean nuestros hijos un plantío, * crecidos desde su adolescencia;
Nuestras hijas sean columnas talladas, * estructura de un templo.
Que nuestros silos estén repletos * de frutos de toda especie;
Que nuestros rebaños a millares se multipliquen en las praderas, * y nuestros bueyes vengan cargados;
Que no haya brechas ni aberturas, * ni alarma en nuestras plazas.
Dichoso el pueblo que esto tiene, * dichoso el pueblo cuyo Dios es el Señor.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 144(1-7) [3]


Te ensalzaré, Dios mío, mi Rey; * bendeciré tu nombre por siempre jamás.
Día tras día, te bendeciré * y alabaré tu nombre por siempre jamás.
Grande es el Señor, merece toda alabanza, * es incalculable su grandeza;
Una generación pondera tus obras a la otra, * y le cuenta tus hazañas.
Alaban ellos la gloria de tu majestad, * y yo repito tus maravillas;
Encarecen ellos tus temibles proezas, * y yo narro tus grandes acciones;
Difunden la memoria de tu inmensa bondad, * y aclaman tus victorias.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 144(8-13) [4]


El Señor es clemente y misericordioso, * lento a la cólera y rico en piedad;
El Señor es bueno con todos, * es cariñoso con todas sus criaturas.
Que todas tus criaturas te den gracias, Señor, * que te bendigan tus fieles;
Que proclamen la gloria de tu reinado, i* que hablen de tus hazañas;
Explicando tus hazañas a los hombres, * la gloria y majestad de tu reinado.
Tu reinado es un reinado perpetuo, * tu gobierno va de edad en edad.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Salmo 144(14-21) [5]


El Señor es fiel a sus palabras, * bondadoso en todas sus acciones.
El Señor sostiene a los que van a caer, * endereza a los que ya se doblan.
Los ojos de todos te están aguardando, * Tú les das la comida a su tiempo;
Abres Tú la mano, * y sacias de favores a todo viviente.
El Señor es justo en todos sus caminos, * es bondadoso en todas sus acciones;
Cerca está el Señor de los que lo invocan, * de los que lo invocan sinceramente.
Satisface los deseos de sus fieles, * escucha sus gritos, y los salva.
El Señor guarda a los que lo aman, * pero destruye a los malvados.
Pronuncie mi boca la alabanza del Señor, * todo viviente bendiga su santo nombre por siempre jamás.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Aleluya, aleluya, aleluya.

Capítulo Himno Verso 

1 Jn 5:4


H
ermanos: Todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Y ésta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.
R. Demos gracias a Dios.

Himno

Vayamos con inmaculadas túnicas
al regio banquete del Cordero;
después de pasado el mar Rojo,
cantemos a Cristo Príncipe.

El amor es el sacerdote inmortal
de este sacrificio admirable,
ofreciendo en la Cruz y en el Altar,
el Cuerpo y Sangre adorables.

La sangre de que está rociada nuestra alma,
ahuyenta al Ángel exterminador;
retrocede, abriéndose, el mar,
y los enemigos son sepultados en sus olas.

Jesús es para nosotros en este día
nuestra Pascua y nuestra Víctima;
para los corazones que viven de Él,
es puro ázimo de sinceridad.

Cristo, víctima descendida del cielo,
ha sometido los infiernos;
ha desatado los lazos de la muerte,
y dado al mundo la vida.

Vencedor de las potencias infernales,
lleva al cielo sus trofeos;
arrastra cautivo en su carroza gloriosa
al Príncipe de las tinieblas.

Sé, oh Jesús, la Pascua inmortal
de nuestra alma resucitada;
libra de la cruel muerte del pecado
a los que han nacido a una nueva vida.

Gloria para siempre a Dios Padre;
gloria a su Hijo resucitado,
y al Espíritu Santo, cuya bondad
consuela y alegra nuestras almas.
Amén.

V. Quédate con nosotros, Señor, aleluya.
R. Porque se hace de noche, aleluya.

Canticum: Magnificat {Antífona del Propio del Tiempo}

Ant. Al anochecer * de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas; y entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Aleluya.


(Cántico de la B. Virgen María * Lc 1, 46-55)

Proclama ✠ * mi alma la grandeza del Señor,
Se alegra mi espíritu * en Dios, mi salvador;
Porque ha mirado la humillación de su esclava. * Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: * su nombre es santo,
Y su misericordia llega a sus fieles * de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo: * dispersa a los soberbios de corazón,
Derriba del trono a los poderosos * y enaltece a los humildes,
A los hambrientos los colma de bienes * y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo, * acordándose de la misericordia,
Como lo había prometido a nuestros padres, * en favor de Abrahán y su descendencia por siempre.
V. Gloria al Padre, al Hijo, * y al Espíritu Santo.
R. Como era en el principio, ahora y siempre, * por los siglos de los siglos. Amén.

Ant. Al anochecer de aquel día, el primero de la semana, estaban los discípulos en una casa con las puertas cerradas; y entró Jesús, se puso en medio y les dijo: Paz a vosotros. Aleluya.

Oración

V. Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.

Oremos.

Dios todopoderoso, concédenos, con tu gracia, conservar en nuestras vidas el espíritu de estas fiestas pascuales que hemos celebrado.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos.
R. Amén.

Conclusión

V. Señor, escucha nuestra oración.
R. Y llegue a ti nuestro clamor.
V. Bendigamos al Señor.
R. Demos gracias a Dios.
V. Las almas de los fieles, por la misericordia de Dios, descansen en paz.
R. Amén.