
SECUENCIA
A la victima pascual alabanzas inmolen los cristianos.
El Cordero redimió a las ovejas: Cristo, inocente, reconcilió con el Padre a los pecadores.
La muerte y la vida lucharon en duelo sublime; muerto el Rey de la vida, reina vivo.
Dinos, tú, María: ¿qué viste en el camino?
El sepulcro de Cristo viviente: y la gloria vi del resurgente.
Los testigos angélicos, el sudario y los vestidos.
Resucitó Cristo, mi esperanza; precederá a los suyos en Galilea.
Sabemos que Cristo ha resucitado realmente de entre los muertos; tú, victorioso Rey, ten piedad de nosotros. Amén. Aleluya.
EVANGELIO
Continuación del Santo Evangelio según San Marcos (XVI, 1-7).
En aquel tiempo María Magdalena y María, madre de Santiago, y Salomé compraron aromas para ir a ungir a Jesús. Y muy de mañana, al día siguiente del sábado, fueron al monumento salido ya el sol. Y decían entre sí: ¿Quién nos separará la piedra de la puerta del sepulcro? Y, mirando, vieron separada la piedra, que era muy grande. Y, entrando en el sepulcro, vieron a un joven sentado a la derecha, vestido con traje blanco, y se asustaron. Pero él las dijo: No os asustéis: buscáis a Jesús Nazareno, el crucificado; ha resucitado, no está aquí, he ahí el sitio donde le pusieron. Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro, que os precederá en Galilea; allí le veréis, como os lo dijo.
