Perlitas sobre San Simonino

1) El culto que se le atribuye a San Simonino, no se trata tan solo del honor a un niño que sufrió por parte de los judíos, todos los ultrajes que sufriera Jesucristo; sino un verdadero y santísimo acto de reparación al Divino Redentor Jesucristo y a su Divina Madre, tan ultrajados en el purísimo cadáver del beato Simonino.

2) Quienes hemos recorrido  las calles de la hermosa ciudad de Trento y buscamos alguna seña, alguna huella o esbozo de nuestro Simonino, no lo hallamos. Lo único que ha quedado,  es un relieve de aproximadamente, 30 x 40 cm. en forma ovalada, que se encuentra sobre la acera del Palacio Bortolazzi y dos medallones en el portal del Palacio Salvadori (en gloria y durante el martirio).

3) En 1955 fue la última procesión, y luego de esto el cuerpo fue escondido  en un sitio desconocido. Se encontraba en una urna de cristal, con  la imagen del sacro cuerpito que reposa en un artístico cofre en plata y cristal, una obra de finísimo cincelado de artistas milaneses. El cuerpo del Beato es largo en 75 centímetros y fue momificado con verdadero arte por el medico Trentino Ippolito del noble Guarinoni, en 1.737. La cabeza está ornamentada con una preciosa corona y del cuello, cuelga un fino collar de oro con medallones también de oro. Cuenta un histórico Trentino, que esto seria una donación de una reina de España.

Como que también hicieron desaparecer los instrumentos del tormento del martirio: el cuchillo, una jofaina  y tenaza. En su época, estaban expuestos en el Museo Diocesano.

4)  En 1965 la Iglesia pidió perdón por aquello, exoneró a los judíos que habían sido condenados, y suprimió oficialmente el culto a San Simón de Trento, con condenas explícitas a quien lo promoviese. En 2001, la Iglesia de Trento promovió nuevas investigaciones y volvió a pedir perdón por aquello. (…ratas traidoras…)

5) Loable es la creación del “Comité San Simonino” creado en Italia, en el año 2.007, que se propone el restablecimiento del culto público y privado de San Simonino; la restitución de las reliquias que permanecen ocultas desde el año l.965, por parte de la curia trentina y la difusión a la devoción a San Simonino.