Complementos del altar: El copón

A diferencia de los primeros siglos, después de la Comunión repartida dentro de la Misa, actualmente se guardan o reservan otras Sagradas Formas, en lo que denominamos Copón,  a fin de poder dar la  Comunión fuera de la Misa y también para que puedan recibirla los enfermos. Es decir, está el Santísimo guardado para su adoración; hay presencia real y sustancial.

El copón viene a ser, en materia y forma, parecido a un cáliz, pero provisto de una cubierta que lo encierra. A pesar de lo cual, siempre que no se emplee para repartir la Sagrada Comunión debe guardarse,  para mayor respeto, con un envoltorio de seda blanca –color litúrgico de la Eucaristía-, que puede adornarse con bordados decorativos o alegóricos.