La cruz del cristiano

Maneras de usar el cristiano la cruz.—

El cristiano usa la cruz de muchas maneras. Por ejemplo: en la Misa sobre las especies, en las bendiciones, en las consagraciones de las iglesias marcándolas en el suelo, paredes, etc. Pero especialmente de dos maneras: que son signar y santiguar.

Que es signarse.—

Signarse o persignarse es señalarse con la cruz hecha por el dedo pulgar en la frente, en la boca y en los pechos. Esta es la manera española. No es usada en todas las naciones. El sacerdote hace las mismas señales al comenzar el Evangelio.

Los japoneses cristianos, convertidos por los españoles y portugueses, quedaron por la horrible persecucion de los paganos mucho tiempo sin misioneros ni ministros; pero conservaron su fe y sus tradiciones de un modo milagroso, puede decirse, y cuando algunos misioneros franceses pudieron introducirse en el Japón, creyendo que ya no quedaría rastro de cristianos, encontraron muchos ocultos, los cuales aun sabian persignarse a la manera española.

Por que nos signamos en la frente, en la boca, en el pecho.-

La boca es señal y símbolo de las palabras que por ella salen; la frente es símbolo de los pensamientos, que parecen tener su sede y fabrica además del alma en el cerebro; el pecho es símbolo de los deseos, que aunque tengan su sede también en el cerebro, además del alma, pero vulgarmente se atribuyen al corazón, que se siente por ellos agitado.

¿Qué es santiguarse?—

Santiguarse significa santificarse. Y en efecto, al hacer la cruz sobre una cosa y lo mismo sobre nosotros mismos, es como santificarla, bendecirla, ponerla bajo la protección y tutela de Dios, consagrarsela en cierto modo; en resumen, santificarla. Los alemanes se persignan como nosotros, pero diciendo: En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espiritu Santo. Amen.

Como nos hemos de santiguar.—

Pues es de notar que, además de esas veces, los buenos cristianos se santiguan otras muchas, y entre las costumbres de nuestros abuelos estaba la de santiguarse en muchas ocasiones.

Eficacia de la cruz.—

Nos santiguamos porque creemos que la cruz tiene eficacia contra nuestros enemigos y por hacer profesión de cristianos. En efecto, el que se santigua, en el mero hecho de hacerlo, da a entender que es cristiano. Además, la cruz es eficacísima contra los enemigos espirituales y aun contra los peligros temporales muchas veces, no por la materialidad de la cruz, sino porque el usar de esta señal en cierta manera es un acto de glorificar a Nuestro Señor, confesándole nuestro Rey y Dios y confesándonos sus vasallos e hijos, es decir, cristianos; es, además, una oración tacita, pues por ella interponemos los meritos de nuestro Redentor y Señor e Hijo de Dios. Por eso se cree con verdad que la cruz sirve para arrojar a los demonios; para disipar las tentaciones; para atraer las bendiciones de Dios. Así nos los enseñan a cada paso los Santos Padres y lo ha creído siempre la Iglesia.

                                               Puntos de catecismo, Vilariño, S.J.