Sermón P. Altamira. IV Domingo de Pascua

Sermón del Padre Fernando Altamira predicado en Bogotá el día 10 de mayo de 2020. En este Sermón se habla sobre algunas figuras del Apocalipsis como son los dos Testigos. También se trata de la cuestión de la conversión de los judios.

Es muy recomendable escucharlo, y para hacerlo, ponemos el enlace aquí:

También lo tenemos en descargable pdf para aquellos que quieran leerlo:

IV Domingo de Pascua

TEXTOS DE LA SANTA MISA EN ESPAÑOL

Introito.  Salm. 97.1,2,1.  

Cantad al   Señor   un cántico nuevo, aleluya; porque ha hecho mara­villas el Señor, aleluya; ha manifestado su justicia ante las naciones, aleluya, aleluya, aleluya. Salmo. Su diestra y su santo brazo le han dado la victoria. V/. Gloria al Padre, y al Hijo.

Colecta.- 

¡Oh Dios!, que das a las almas de los fieles un solo querer,  concede a tus pueblos amar tus mandatos y ansiar tus promesas, para que entre los halagos del mundo tengamos fijos nues­tros corazones allí donde están los verdaderos goces.

Epístola. Sant.1.17-21.- 

Carísimos: Toda dádiva preciosa y todo don per­fecto de arriba viene, del Pa­dre de las luces, en quien no cabe mudanza ni sombra de variación. Porque de su volun­tad nos ha engendrado con la palabra de la verdad, a fin de que seamos como las primi­cias de su creación. Bien lo sabéis, hermanos míos muy queridos. Y así sea todo hom­bre pronto para escuchar, pe­ro comedido en el hablar y re­frenado en la ira. Porque la ira del hombre no obra la jus­ticia de Dios. Por lo cual, dan­do de mano a toda inmundicia y exceso vicioso, recibid con docilidad la divina palabra, que ha sido como ingerida en  vosotros,  y  que  puede salvar vuestras almas.

Aleluya.- Aleluya, aleluya V/. La diestra del Señor ha hecho prodigios; la diestra del Señor me ha salvado. Aleluya, V/. Cristo, resucitado de entre los muertos, ya no muere; la muerte no tendrá ya dominio sobre él. Aleluya

Evangelio. Juan 16.5-14.-

En aquel tiempo: Dijo Jesús a sus discípulos: voy a aquél que me ha enviado, y ninguno de vosotros me pregunta: ¿A dónde vas? Mas porque os he dicho estas cosas, se ha llenado de tristeza vuestro corazón. Pero os digo la verdad: Os conviene que yo me vaya; que si no me voy, no vendrá a vosotros  el  Consolador; pero si me voy, os le enviaré. Y cuando venga él, convencerá al mundo en orden al pecado, en orden a la justicia y en orden al juicio. En orden al pecado por cuan­to no han creído en mí; res­pecto a la justicia, porque me voy al Padre, y ya no me veréis; y tocante al juicio, porque ya ha sido juzgado el príncipe de este mundo. Aún tengo otras muchas co­sas  que  deciros;  mas por ahora no  podéis compren­derme. Mas cuando venga el Espíritu de verdad, él os enseñará  todas las verdades; pues no hablará por sí, sino que dirá las cosas que habrá oído, y os anunciará las venideras. Él me glorificará a mí, porque recibirá de lo mío, y os lo anunciará.

Ofertorio. Salm.65.1-2,16.- 

Cante a Dios toda la tierra; cantad la gloria de su nombre. Venid y oíd vosotros, todos los que teméis a Dios, y os contaré cuán grandes cosas ha hecho el Señor a mi alma, aleluya.

Secreta.-

¡Oh Dios! Que por la sagrada recepción de este sacrificio nos has hecho partícipes de tu soberana divinidad, concede, te suplicamos, que después de haber conocido tu verdad, podamos conseguirla con dignas costumbres. Por N.S.

Prefacio de Pascua.-

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero con más gloria que nunca en este día (en este tiempo), en que se ha inmolado Cristo, nuestra Pascual. El cual es el verdadero Cordero que quitó los pecados del mundo y que, muriendo, destruyó nuestra muerte, y, resucitando, reparó nuestra vida. Por eso, con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejercito celestial, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo…

Comunión. Juan 16.8.- 

Cuando venga el Espíritu Consolador convencerá al mundo  en orden al pecado, a la justicia y al juicio,  aleluya, aleluya.

Poscomunión.-

Asístenos, Señor Dios nuestro, para que los misterios que con fe hemos recibido, nos purifiquen de nuestras culpas y nos libren de todos los peligros.

TEXTOS DE LA MISA EN LATÍN

Dominica Quarta post Pascha

II Classis

Introitus: Ps. xcvii: 1 et 2

Cantáte Dómino cánticum novum, allelúja: quia mirabília fecit Dóminus, allelúja: ante conspéctum géntium revelávit justítiam suam, allelúja, allelúja, allelúja. [Ps. ibid., 1]. Salvávit sibi déxtera ejus: et bráchium sanctum ejus. Glória Patri. Cantáte.

Oratio:

Deus, qui fidélium mentes uníus éfficis voluntátis: da pópulis tuis id amáre quod prǽcipis, id desideráre quod promíttis; ut inter mundánas varietátes ibi nostra fixa sint corda, ubi vera sunt gáudia. Per Dóminum.

Jacobi i: 17-21

Léctio Epístolæ beáti Jacóbi Apóstoli.


Caríssimi: Omne datum óptimum, et omne donum perféctum desúrsum est descéndens a Patre lúminum, apud quem non est transmutátio, nec vicissitúdinis obumbrátio. Voluntárie enim genuit nos verbo veritátis, ut simus initium áliquod creatúræ eius. Scitis, fratres mei dilectíssimi. Sit autem omnis homo velox ad audiéndum: tardus autem ad loquéndum, et tardus ad iram. Ira enim viri iustítiam Dei non operátur. Propter quod abjicientes omnem inmundítiam, et abundántiam malítiæ, in mansuetúdine suscípite ínsitum verbum quod potest salváre ánimas vestras.

Allelúja, allelúja. [Ps. cxvii: 16] Déxtera Dómini fecit virtútem: déxtera Dómini exaltávit me. Allelúja. [Rom. vi: 9] Christus resúrgens ex mórtuis, jam non móritur: mors illi ultra non dominábitur. Allelúja.

9 Joann. xvi: 5-14

Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem.


In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: “Vado ad eum qui misit me: et nemo ex vobis intérrogat me: Quo vadis? Sed quia hæc locútus sum vobis tristítia implévit cor vestrum. Sed ego veritátem dico vobis: éxpedit vobis ut ego vadam: si enim non abíero Paráclitus non véniet ad vos: si autem abíero, mittam eum ad vos. Et, cum vénerit ille árguet mundum de peccáto, et de justítia, et de judício. De peccáto quidem, quia non creddidérunt in me: de justítia vero, quia ad Patrem vado, et iam non vidébitis me: de judício autem, quia princeps hujus mundi jam judicátus est. Adhuc multa hábeo vobis dícere: sed non potéstis portáre modo. Cum autem vénerit ille Spíritus veritátis docébit vos omnem veritátem. Non enim loquétur a semetípso: sed quæcúmque áudiet loquétur, et quæ ventúra sunt, annuntiábit vobis. Ille me clarificábit: quia de meo accípiet: et annuntiábit vobis.

Offertorium: Ps. lxv: 1-2 et 16.

Jubiláte Deo, univérsa terra, psalmum dícite nómini ejus: veníte et audíte, et narrábo vobis, omnes qui timétes Deum, quanta fecit Dóminus ánima meæ, allelúja.

Secreta:

Deus, qui nos per hujus sacrifícii veneránda commércia, unius summæ divinitátis partícipes effecísti: presta quǽsumus; ut sicut tuam cognóscimus veritátem sic eum dignis móribus assequámur. Per Dóminum.

Præfátio Paschalis

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre: Te quidem, Dómine, omni tempore, sed in hac potíssimum die gloriósius prædicáre, cum Pascha nostrum immolátus est Christus. Ipse enim verus est Agnus, qui ábstulit peccáta mundi. Qui mortem nostram moriéndo destrúxit, et vitam resurgéndo reparávit. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:  Sanctus,

Communio: Joann. xvi: 8

Cum vénerit Paráclitus Spíritus veritátis, ille árguet mundum de peccáto, et de justítia, et de judício, allelúja, allelúja.

Postcommunio:

Adesto nobis, Dómine Deus noster; ut per hæc, quæ fidéliter súmpsimus, et purgémur a vítiis, et a perículis ómnibus eruámur. Per Dominum.

Sermon III Domingo de Pascua

Homilía de San Agustín, Obispo.

Tratado 101 sobre san Juan hasta el fin

Este poco significa todo el espacio que recorre el presente siglo. Por esta razón el mismo Evangelista escribe en su Epístola: “Estamos ya en la última hora”. Y Jesús añade: “Porque me voy al Padre”; lo cual ha de referirse a las primeras palabras, en que dice: “Dentro de un poco, y ya no me veréis”, y no a las últimas: “Porque después me volveréis a ver”. Al ir al Padre, debía en efecto, ocultarse de sus miradas, y por sus palabras no significa que había de morir, permaneciendo fuera de su presencia hasta que resucitara, sino que había de ir al Padre, lo cual cumplió después de su resurrección, subiendo al cielo después de conversado con ellos por espacio de cuarenta días.

Cuando dijo: “Aun un poco y ya no me veréis más”, se dirigía a aquellos que entonces  le veían corporalmente presente, y les hablaba de esta forma porque había de ir al Padre, y después de su ascensión ya no le verían en carne mortal, del modo que lo contemplan cuando decía estas cosas. Pero cuando añadió: “Y de ahí a otro poco no me veréis”, lo prometió a la Iglesia Universal, como también hizo a toda la Iglesia esta otra promesa: “He ahí que yo estoy con vosotros hasta el fin del mundo”. No tarda el Señor en cumplir lo prometido. Dentro de poco tiempo lo veremos. Entonces ya nada le pediremos, nada le preguntaremos, supuesto que ya nada desearemos ni quedará nada desconocido para aprender.

Este poco nos parece largo, por lo mismo que aún se está realizando. Cuando esté terminado, entonces veremos lo muy corto de su duración. Por lo mismo, no queremos gozar como lo hace el mundo, del cual está escrito: “El mundo se gozará”. Con todo, procuremos que durante el parto del deseo de la eternidad nuestra tristeza no este privada de gozo. Como dice el Apóstol: “Gocémonos con la esperanza; permanezcamos pacientes en la tribulación”. En efecto, la mujer que esta de parto, a la que somos comparados, más se goza del hijo que espera, que está triste por el dolor presente.

Fuente: Gubianas, Oficio Divino.

III Domingo de Pascua

TEXTOS DE LA SANTA MISA EN ESPAÑOL

Introito. Sal.65,1-2.-

Aclama al Señor, tierra entera, aleluya, tocad en honor de su nombre, aleluya, cantad himnos a su gloria, aleluya, aleluya, aleluya. Sal,65,3.- Decid a Dios: “Qué temibles son tus obras, por tu inmenso poder tus enemigos te adulan”. V/. Gloria al Padre.

Oración.-

La luz de tu verdad, oh Dios, guíe a los que andan extraviados, para que puedan volver al camino de la santidad; concede a todos los cristianos rechazar lo que es indigno de tal nombre, y cumplir todo lo que este nombre significa.

Epístola1 Pe 2,11-19.-

Queridos hermanos: Os ruego que, como forasteros en país extraño, os apartéis de los deseos carnales que están en guerra con el alma. Portaos bien entre los gentiles, de modo que, si os calumnian como malhechores, al ver con sus ojos vuestras buenas obras, den gloria a Dios en el día de la cuenta. Someteos a toda institución humana, porque así lo quiere el Señor: sea al rey, como soberano, sea a los gobernadores, como emisarios suyos, que castigan a los que obran mal y premian a los que obran bien. Esto es lo que Dios quiere: que a fuerza de obrar bien, le tapéis la boca a la ignorancia de los necios. Vivid como hombres libres, no usando la libertad como disfraz de la maldad, sino como siervos de Dios. Dad a cada uno el honor debido: a los hermanos el amor, a Dios la reverencia, al soberano el honor. Los criados que acepten la autoridad de los amos con el debido respeto, no sólo cuando son buenos y razonables, son también cuando son difíciles. Pues esto es gracia: en Cristo Jesús, Señor Nuestro.

Aleluya, aleluya. Sal.110,9; Luc.24,46.- El Señor ha redimido a su pueblo. Aleluya, Cristo tenía que padecer, y resucitar de entre los muertos, y entrar en su gloria. Aleluya.

Evangelio. Juan,16,16-22.-

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Dentro de un poco, ya no me veréis; dentro de otro poco, me vereéis. Porque voy al Padre. Algunos discípulos comentaban: ¿Qué es eso que dice: “dentro de un poco, ya no me veréis, y dentro de otro poco, me veréis”, y “Voy al Padre”? Y se preguntaban: ¿Qué significa ese “poco”? No sabemos de qué habla. Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: Estáis discutiendo de lo que redicho: “Dentro de un poco, ya no me veréis, y dentro de otro poco, me veréis”. Yo os aseguro: lloraréis y os lamentaréis vosotros, mientras el mundo estará alegre. Vosotros estaréis tristes, pero vuestra tristeza se convertirá en alegría. La mujer, cuando va a dar a luz, siente tristeza, porque ha llegado su hora; pero en cuanto da a luz al niño, ni se acuerda del apuro, por la alegría de que al mundo ha nacido un hombre. También vosotros ahora sentís tristeza; pero volveré a veros, y se alegrará vuestro corazón y nadie os quitara vuestra alegría.

Ofertorio. Sal.145,2.-

Alaba, alma mía, al Señor; alabaré al Señor mientras viva, tañeré para mi Dios mientras exista, aleluya.

Secreta.-

Concédenos, Señor, por estos misterios, dominar el deseo de bienes terrenos y amar siempre los bienes del cielo.

Prefacio de Pascua.-

En verdad es digno y justo, equitativo y saludable, que en todo tiempo, Señor, te alabemos; pero con más gloria que nunca en este día, en que se ha inmolado Cristo, nuestra Pascual. El cual es el verdadero Cordero que quitó los pecados del mundo y que, muriendo, destruyó nuestra muerte, y, resucitando, reparó nuestra vida. Por eso, con los Ángeles y los Arcángeles, con los Tronos y las Dominaciones, y con toda la milicia del ejercito celestial, cantamos un himno a tu gloria, diciendo sin cesar: Santo…

Comunión. Jn.16,16,.-

Dentro de muy poco, ya no me veréis, aleluya; dentro de otro poco, me veréis, porque voy al Padre, aleluya, aleluya.


Poscomunión. – 

Os rogamos, Señor, que esta comunión que hemos recibido fortalezca nuestro espíritu y defienda con su protección nuestro cuerpo.

TEXTOS DE LA MISA EN LATÍN

Dominica Tertia post Pascha


II Classis

Introitus: Ps. lxv: 1-2

Jubiláte Deo, omnis terra, allelúja: psalmum dícite nómini ejus, allelúja, allelúja, allelúja. [Ps. ibid., 3]. Dícite Deo, quam terribília sunt ópera tua, Dómine! in multitúdine virtútis tuæ mentiéntur tibi inimíci tui. Glória Patri. Jubiláte.

 Oratio:

Deus, qui errántibus, ut in viam possint redíre justítiæ, veritátis tuæ lumen osténdis: da cunctis qui christiána professióne censéntur, et illa respúere, quæ huic inimíca sunt nómini; et ea quæ sunt apta, sectári. Per Dóminum.

1 Petr. ii: 11-19

Léctio Epístolæ beáti Petri Apóstoli.


Caríssimi: Obsecro vos tamquam ádvenas et peregrínos abstinére vos a carnálibus desidériis, quæ militant advérsus ánimam, conversatiónem vestram inter gentes habéntes bonam: ut in eo, quod detréctant de vobis tamquam de malefactóribus, ex bonis opéribus vos considerántes gloríficent Deum in die visitatiónis. Subjécti ígitur estóte omni humánæ creatúræ propter Deum: sive regi, quasi præcellénti; sive dúcibus, tamquam ab eo missis ad vindíctam malefactórum, laudem vero bonórum: quia sic est volúntas Dei, ut benefaciéntes obmutéscere faciátis imprudéntium hóminum ignorántiam: quasi liberi, et non quasi velámen habéntes malítiæ libertátem, sed sicut servi Dei. Omnes honoráte, fraternitátem dilígite: Deum timéte, regem honorificáte. Servi, súbditi estóte in omni timóre dóminis, non tantum bonis et modéstis, sed étiam dýscolis. Hæc est enim grátia: in Christo Jesu, Dómino nostro.

Allelúja, allelúja. [Ps. cx: 9] Redemptiónem misit Dóminus pópulo suo. Allelúja. [Luc xxiv: 46] Opportébat pati Christum, et resúrgere a mórtuis: et ita intráre in glóriam suam. Allelúja.

 + Sequéntia sancti Evangélii secúndum Joánnem. Joann. xvi: 16-22

In illo témpore: Dixit Jesus discípulis suis: “Módicum, et jam non vidébitis me; et iterum módicum, et vidébitis me qui vado ad Patrem.” Dixérunt ergo ex discípulis eius ad invicem: “Quid est hoc, quod dicit nobis: «Módicum, et non vidébitis me; et íterum módicum, et videbitis me»et: «Vado ad Patrem»?”. Dicébant ergo: “Quid est hoc, quod dicit: «Módicum»? Nescímus quid lóquitur.” Cognóvit autem Jesus quia volébant eum interrogáre et dixit eis: “De hoc quǽritis inter vos, quia dixi: «Módicum, et non vidébitis me; et íterum módicum, et videbitis me»? Amen, amen dico vobis quia plorábitis et flébitis vos, mundus autem gaudébit: vos contristabímini, sed tristítia vestra vertétur in gáudium. Múlier, cum parit, tristítiam habet, quia venit hora ejus; cum autem pepérerit púerum, jam non méminit pressúræ propter gáudium, quia natus est homo in mundum. Et vos ígitur nunc quidem tristítiam habétis; iterum autem vidébo vos, et gaudébit cor vestrum: et gáudium vestrum nemo tollit a vobis.

Offertorium: Ps. cxlv: 2.

Lauda, ánima mea, Dóminum: laudábo Dóminum in vita mea: psallam Deo meo quámdiu ero, allelúja.

 Secreta:

His nobis, Dómine, mystériis conferátur, quo terrena desidéria mitigántes, discámus amáre cæléstis. Per Dóminum.

Præfátio Paschalis

Vere dignum et iustum est, æquum et salutáre: Te quidem, Dómine, omni tempore, sed in hac potíssimum die gloriósius prædicáre, cum Pascha nostrum immolátus est Christus. Ipse enim verus est Agnus, qui ábstulit peccáta mundi. Qui mortem nostram moriéndo destrúxit, et vitam resurgéndo reparávit. Et ídeo cum Angelis et Archángelis, cum Thronis et Dominatiónibus, cumque omni milítia cæléstis exércitus, hymnum glóriæ tuæ cánimus, sine fine dicéntes:  Sanctus,…

Communio: Joann. xvi: 16

Módicum, et non vidébitis me, allelúja: íterum módicum, et vidébitis me, quia vado ad Patrem, allelúja, allelúja.

 Postcommunio:

Sacraménta quæ súmpsimus, quǽsumus, Dómine: et spirituálibus nos instáurent aliméntis, et corporálibus tueántur auxílliis. Per Dóminum.

Mes de mayo. Devoción

CÁNTICO: «VENID Y VAMOS TODOS»

Venid y vamos todos con flores a porfía
con flores a María
que Madre nuestra es.

De nuevo aquí nos tienes purísima doncella
más que la luna bella postrados a tus pies.

A ofrecerte venimos flores del bajo suelo
con cuánto amor y anhelo Señora Tú lo ves.

ORACIÓN PREPARATORIA

Acuérdate, ¡oh piadosísima Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno que haya acudido a tu patrocinio, implorado tu auxilio, o pedido tu socorro, haya sido abandonado de Ti. Animado por esta confianza, vengo a Ti, me refugio en Ti, yo pecador gimo delante de Ti. No quieras, ¡oh Madre del Verbo Eterno!, despreciar mis súplicas; antes bien, escúchalas favorablemente, y haz lo que te suplico. Amén.

INVOCACIONES AL DULCE NOMBRE DE MARÍA

 Madre mía amantísima, en todos los instantes de mi vida, acuérdate de mí, miserable pecador. Avemaría.
Acueducto de las divinas gracias, concédeme abundancia de lágrimas para llorar mis pecados. Avemaría.
Reina del cielo y de la tierra, sé mi amparo y defensa en las tentaciones de mis enemigos. Avemaría.
Inmaculada hija de Joaquín y Ana, alcánzame de tu santísimo Hijo las gracias que necesito para mi salvación. Avemaría.
Abogada y refugio de los pecadores, asísteme en el trance de mi muerte y ábreme las puertas del cielo. Avemaría.

CÁNTICO: BAJO TU AMPARO

Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios, no desoigas la oración de tus hijos necesitados y líbranos de todo peligro, ¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita!

FLORES PARA LA VIRGEN

¿Por quién hizo Dios las flores, si no las hizo por Ti?

Sugerencias de obsequios espirituales que se pueden ofrecer al Señor, por medio de la Virgen, para cada día del mes de mayo.

N. Recibe, Madre, las flores de nuestro amor y nuestra alegría.
R. Para que tu gozo sea cumplido.

 1. Prontitud para el trabajo, empezando por levantarme sin pereza.
 2. Examinar mi devoción a la Virgen y cómo la practico.
 3. Examinar mi consagración a Cristo y a su Corazón.
 4. Poner los medios para estar en gracia de Dios.
 5. Estudiar cómo debo guardar la pureza de pensamiento y obras.
 6. Procurar ser amable con los demás.
 7. Reflexionar si cumplo lo que Dios quiere de mi.
 8. Aceptar algo del Magisterio, o de la Religión, que me moleste.
 9. Hablar de la Virgen.
10. Recordar algo que me desagrade de otros, y disculparlos.
11. Repetir mi juramento cristiano de lealtad a Cristo y a la Iglesia.
12. Estar un rato comparando mi vida con la de María.
13. Desprenderme de algo en beneficio de otra persona.
14. Hacer con especial cuidado el examen de la noche.
15. Hacer con especial cuidado el ofrecimiento de obras.
16. Comulgar pidiendo fortaleza en las tentaciones.
17. Proponer hacer los cinco primeros sábados.
18. Recitar con devoción el Ángelus.
19. Visitar algún enfermo.
20. Rezar todos los días las tres Avemarías al levantarme y acostarme.
21. Dar un donativo para alguna necesidad.
22. Encomendar a la Virgen mis dificultades y aceptar su decisión.
23. Pedir al Ángel de la guarda remordimiento por mis pecados de omisión.
24. Ofrecer algunas mortificaciones por el fruto de mi apostolado.
25. Descubrir en qué tengo respeto humano, y vencerlo.
26. Ver si todas mis lecturas y espectáculos los aprobará la Virgen.
27. Meditar un rato en el valor de la castidad.
28. Revisar si en todas mis ocupaciones y diversiones imito a Cristo.
29. Pensar con alegría en el cielo, y prepararme para la muerte, quizá repentina.
30. Rezar el Rosario con devoción.
31. Quitar de mi algo que moleste a los demás.

V. Guarda en tu corazón las flores que te ofrecemos.
R. Para que ahora y siempre nuestro amor y nuestra alegría, nuestra castidad y nuestra esperanza, sean la prenda bendita de tu gozo y del nuestro.

ORACIÓN FINAL

Bendita sea tu pureza y eternamente lo sea, pues todo un Dios se recrea en tan graciosa belleza; a Ti, celestial Princesa, Virgen sagrada María, te ofrezco desde este día alma, vida y corazón. ¡Mírame con compasión, no me dejes, Madre mía!

Para descargar las Oraciones del Mes de mayo aqui:

Mes de mayo. Disposiciones interiores

RESOLUCIONES A TOMAR EN EL MES DE MAYO

Hoy comienza el bello mes de mayo, consagrado íntegramente la devoción de la Santísima Virgen. ¡Oh! ¡Cuántas gracias esta tierna Madre dispensa a los que la honran de una manera especial a lo largo de este mes!

“Si por un mínimo homenaje, dice el Padre Muzzarelli de la Compañía de Jesús, si por un ayuno, una limosna, un rosario rezado en su honor, esta Madre de Misericordia ha derramado gracias extraordinarias a los más grandes pecadores. ¡Qué bendiciones no pedirá Ella a su Divino Hijo por los que, durante este mes, se consagran a su servicio!”.

Con la finalidad de comprometer a todos los fieles a practicar una devoción tan agradable a la Santísima Virgen y, dada la utilidad para las almas, el Soberano Pontífice Pío VII ha concedido: “1º.- Trescientos días de indulgencia, para cada día del mes, a todos aquellos que durante la jornada, hagan cualquier practica de devoción en honor de María; 2º.- Indulgencia plenaria, a la terminación del mes u otro día del mes, al que confesándose y comulgando, lo haga bajo las condiciones acostumbradas. Estas indulgencias son aplicables a los fieles difuntos.

Me propongo, entonces, para honrar al Inmaculado Corazón  de María, emplear este mes a Ella consagrado, lo más piadosamente que pueda, las siguientes prácticas y actos:

1.- Escucharé devotamente la Santa Misa, si mis ocupaciones lo permiten, para recordar los privilegios insignes con los que la Santísima Trinidad ha colmado a la Virgen Santa.

2.- Me privaré de alguna cosa de mi agrado, de un gusto aunque sea lícito, como mirar un objeto hermoso, oler una flor, oír un poco de música, etc.

3.- Cuando oiga tocar las horas del reloj, saludaré a mi buena Madre recitando el Ave María; lo haré al entrar y salir de casa.

4.- Haré alguna limosna a los pobres, para honrar a María.

5.- Pediré a mi Jesús que saque a las almas del Purgatorio, sobre todo a aquellas que hayan tenido más devoción a la Virgen.

6.- Encomendaré insistentemente al Santísimo e Inmaculado Corazón de María, todos aquellos que se encuentren en estado de pecado mortal.

7.- Haré algún acto exterior de humildad para complacer a la Virgen Santa.

8.- Velaré cuidadosamente la guarda de mis sentidos, especialmente los ojos.

9.- Más que nunca, evitaré los pecados veniales con propósito deliberado.

10.- Cada día ofreceré a María, todos los actos de amor y las devociones que todos sus servidores practiquen a lo largo de todo el mundo, especialmente durante este mes, y los presentaré como un homenaje a su Corazón Santísimo e Inmaculado.

11.- Para suplir la imperfección de mi amor, uniré mi corazón al de todos los Santos, sobre todo a San José, y de los que, durante su vida, fueron los más devotos de María.

12.- Ofreceré sobre todo a María el Corazón de su Divino Hijo con todo el afecto que pueda en este mundo y del que pueda tener en el cielo, ya que este homenaje es muy agradable a la Santísima Virgen, tal y como le fue revelado a Santa Gertrudis.

Tal son las doce prácticas que me propongo hacer durante este mes en honor de los doce privilegios concedidos a la Santísima Virgen.

P. Fulconis, El alma santa, 1 de mayo, página 217 y siguientes.