Vida de Ceferino Namuncura Parte III

Dignas de mencionar, las palabras del Papa Pío X, cuando se entera de la muerte de Ceferino: “Era una bella esperanza para las misiones de la Patagonia, pero es ahora y será su más válido protector”!

Fue enterrado al día siguiente, en el Cementerio Popular de Roma, en Campoverano, con presencia de salesianos y pocos compañeros de estudios.

Su  causa fue elevada en el año 1.944 por el postulador, Francesco Tomasetti, pero fue desde 1.911 poco tiempo después de su muerte, que se inicia el largo derrotero en la construcción de su figura de santidad.

Si alguna duda pudiera empañar la santidad de este joven, apoyaremos su defensa  en un instrumento humano del que se valió Dios para acrecentar en el corazón de nuestro querido Ceferino, tan nobles ideales de vida y que fue sin duda también, el Padre Juan Beraldi. Hecho que el mismo Ceferino reconoce en carta fechada en la ciudad de Viedma, el 26 de agosto de 1.903, cuando con expresiones que revelan su tierna piedad y las maravillas obradas en su alma por la gracia de Dios, le comenta: “Mi óptimo confesor me permitió la Comunión todos los días y yo trato de hacerla fervorosamente. Si ahora yo gozo de las dulzuras del amor de Jesús, todo se lo debo  a Ud., amadísimo Padre, que introduciendo en mi pobre corazón el amor a la Virgen, me condujo, sin darme cuenta, a conocer y amar a Jesús. Los mismos regalitos que Ud., desde Buenos Aires me quiso mandar, son un dulcísimo recuerdo de las cristianas enseñanzas, que con tan paciencia supo hacer penetrar hasta lo más profundo de mi alma”

Asimismo, el 15 de noviembre de 1.904, vuelve a escribirle al Padre Beraldi, en los siguientes términos: “…cuán dulce y suaves suenan en mis oídos estos lugares queridos: Roma, el santuario de María Auxiliadora  y la tumba de Don Bosco. Al honor de la verdad le digo, cuando toco estos santos temas, las lágrimas saltan a mis ojos: me parece ver siempre al venerable anciano de Roma; a la bendita Auxiliadora de su santuario y a Don Bosco en su tumba, me parece verlos en persona…de noche me sigue en mis dulces sueños y hablo con ellos. ¡Oh cuantos consuelos!..Padre Juan, rece mucho al buen Jesús y a Maria Auxiliadora, que me ayuden en mis estudios y pueda poner pronto la sotana, vestirme de una vez para siempre de luto…Mons. Cagliero está en Roma….”

El 30 de noviembre de 1.904, le escribe a Faustino Firpo en Buenos Aires, y le comenta entre otras cosas de sus estudios y ..”…Monseñor Cagliero está entre nosotros desde hace dos días. Ha venido a visitarme. Se irá mañana sábado a Roma,…Es el único amigo que tengo cerca en Italia. Es mi patrón, porque él me puso en el colegio y atiende mi educación, que algún día saldremos como el Señor disponga…”

En  nuestro caso, es el propio Ceferino que nos ha guiado hasta encontrar un libro editado en el año 1.947 y escrito por un gran católico, un gran escritor revisionista argentino, (Manuel Gálvez). (“El Santito de la Toldería- La vida de Ceferino Namuncurá), y hacemos nuestras sus palabras cuando dice: “Creo que la existencia de quien alcanza la perfección cristiana, lejos de ser oscura es luminosa”.

El autor hablando del porqué había escrito sobre la vida de Ceferino, un oscuro indiecito que pasó ignorado por este mundo y que nada hizo de importante. Explica que después de haber biografado a personajes tan importantes y famosos como Sarmiento, Juan Manuel de Rosas, García Moreno, Esquiú, etc. sostiene que no hay ser más interesante e importante que el santo, que tampoco tiene autoridad para afirmar que Ceferino lo fuese; pero más que sus virtudes y sus formidables antepasados, el autor hace un contraste (muy interesante por cierto), entre el ambiente en que nació, la pampa bárbara y el ambiente en que vivió, la Roma de San Pío X y que no ha habido en el mundo una posición igual. En la pampa de Calfulcurá y de Namuncurá, sangre, violencias, saqueos, latrocinios, corrupción, ignorancia absoluta, paganismo. En el ambiente que rodeó a Ceferino en sus últimos meses, la Iglesia de Cristo, la bondad del Santo padre, la cultura latina y cristiana.  Con pocos años de diferencia, el hijo de la Pampa, que oye entre los suyos los relatos de los malones, oirá la palabra del representante de Cristo y las voces maravillosas del órgano de San Pedro del Vaticano ¿No es un milagro aquellos de haber pasado desde los ranchos juntos al Collon-Curá hasta la capilla Sixtina, en el palacios de los Papas, junto al clásico Tiber?. En una isleta dentro de este río que fue cantado por los poetas latinos, murió el que había nacido en los míseros y sucios ranchos de Chimbay?….(El hospital donde muere Ceferino está ubicado en el lado occidental de la isla Tiberiana en Roma. Establecido allí en 1.585)

El contraste es grande, es asombroso….verdad? y así lo  ha sentido Galvez ante los ascendiente de Ceferino “el indiecito santo”, el nieto del genial cacique Piedra Azul.

Ceferino Namuncurá, ruega por nosotros….

+ + +

Oración del Siervo de Dios Ceferino Namuncurá

Algunas Perlitas:

1) El “quillango” que Ceferino regala a San Pío X, es una manta típica de guanaco, que usan los pueblos indígenas. (poncho).

2) Cuando Ceferino estuvo como pupilo en el Colegio Pío IX de Buenos Aires, en dos cursos más superiores, tenia como compañero, a Carlos Gardel y, en un concurso  de canto, (año 1.901) que hace el propio colegio, el primer puesto se lo lleva Ceferino Namuncurá. Gardel queda segundo. (“Solo un Santo puede ganarle a Gardel”).

3) Hay una anécdota  contada por  Dominga Muñoz que refleja la simplicidad y el arraigo a su tierra como indiecito y es que,  venia el lechero trayendo la leche para los pupilos y entra en el recinto.  Ceferino, salta sobre el caballo y dice a sus compañeros: “…me voy a pasear dos cuadras”, los chicos le dicen que no lo haga; que el lechero se va a enojar.  Y este le contesta con tranquilidad: “No. No se enojará “Cuando regresa, todos (incluído el lechero), lo aplauden!!

4) En  ocasión de una exposición profesional y misionera organizada en el Oratorio de la Casa Madre de Valdoco, (Turin) Ceferino fue presentado a quien entonces era la reina de Italia, Margarita de Saboya, quien sostuvo: “!Pero si a este joven, nada le falta para ser un perfecto caballero”!

Vida de Ceferino Namuncurá Parte II

Un gran acontecimiento de producirá  el 27 de setiembre de 1.904 en la vida de Ceferino: Monseñor Cagliero con una delegación de Salesianos,  entre ellos el Padre José Vespignani y Evasio Garrone, llevan consigo a Ceferino, a la audiencia y visita que hacen a Nuestro Querido Papa San Pío X.

Imposible no reproducir aquí y ahora, la carta que el propio Ceferino escribe al Padre Esteban Pagliere, a Viedma, donde cuenta con detalles que no dejan de asombrar, su “encuentro”, su “entrevista” con el Papa San Pío X; y aún su magnífica redacción:

3 de octubre de 1.904 …me pesa mucho al tener la desgracia de escribirle tan tarde y darle una noticia tan consoladora de casi 8 días en que sucedió. Pero vale más  tarde que nunca, y confiado de que ya habrá recibido la carta que le mandó S.S. Ilma. el Sr. Arzbobispo Mons. Cagliero el mismo día en que sucedió. El 27 del pasado setiembre era admitido en audiencia por S.S. Pío X el Ilustrísimo Mons. Juan Cagliero con otros treinta Padres Superiores de las Casas Salesianas de América y, entre ellos “el hijo del Rey de las  llanuras patagónicas” (Así dicen los diarios de Roma). A las diez horas y media a. m. tuvimos la máxima dicha de postrarnos antes los pies del Vicario de Cristo en la tierra. Yo tuve la gran fortuna de ser el primero, después de Mons. y Don Marengo, de besar el Sagrado Anillo a Su Santidad. ¡Ah, mi amado Padre, si hubiera estado presente en ese momento, hubiera podido comprender la bondad del Padre Santo! ¡Oh, qué amable. A ninguno dio a besar el pie. A todos, uno por uno, la mano venerada. A mi me llenó de caricias. ¡Oh, qué amable el Santo Anciano del Vaticano!. Después que todos saludamos al Santo Varón, el mismo Santo Padre me hizo señas de que comenzara mi discursito….. Cuando empecé todo lo hice sin sentir nada en el cuerpo. Pero después que estaba en la  mitad, todo mi ser se puso en movimiento; las piernas me temblaban, las manos igual, la voz se me perdía un poco en la garganta. Hasta que al fin, cuando me arrodillé para pedir la bendición a S.S. sobre mi persona, familia y para los indios de la Patagonia, se me aumentaron los temblores y las lágrimas saltaban de mis ojos; finalmente concluí, pero bien.

Y el Santo Padre, ¡con qué atención, amor y afabilidad me escuchaba! No quiso tampoco sentarse en su trono. Mons. le dijo que se sentara y El contesto: “Cosi in Piedi sto bene. Lasciami stare!  ¿Veis Padre qué bueno es?….. se levantó y me habló, contestándome sobre lo que le había dicho; y aquí le diré casi tal como me lo dijo en italiano. Se lo traduzco en castellano, porque en italiano no lo puedo escribir bien: todavía no soy muy guapo para escribir en italiano. Pero ya lo hablo bastante bien. He aquí las palabras del Padre Santo: “Bueno, hijo mío, te doy gracias por lo bien que hablas del Vicario de Cristo. Quiera el Señor que puedas poner en práctica todo lo que en él dices: de convertir a todos tus hermanos de la Patagonia en Jesucristo. Y yo, a este fin te doy de todo corazón mi Apostólica Bendición. Di a tu papá que el Santo Padre lo bendice a él, a toda su familia y a toda la gente que está en su poder. Dio te bendiga, hijo mío”.

Mientras decía estas cariñosas y paternales palabras, yo no podía contener las lágrimas. ¡Oh cuánta bondad la del Padre Santo!. ……Creerá quizás ahora que aquí habrá acabado la audiencia, pero tenga paciencia, amado padre de seguirme donde yo lo conduciré por medio de la presente….. Mientras todo estaba en calma, yo me repuse de nuevo y no llore más., todos pasamos nuevamente besando el sagrado anillo del Pescador, para despedirnos. Yo me quedé bien último en besar el Santo anillo y S.S. me hizo una caricia: “Addio, caro figliuolo”, me dijo con tanta dulzura.  ……….Ya habían salido todos los padre y yo solo me quedaba un poco atrás El Obispo que cuidaba a S.S. me llama y me dice: “Ti Chiama Sua Santitá”. Yo vuelvo atrás y me conduce al escritorio del Padre Santo que estaba sentado y buscaba una cosita. Yo me hinqué delante de S.S. y junté las manos. …………………..Finalmente S.S sacó un rojo estuche que contenía una medalla de plata. De un lado tenia el busto de S.S Pío X y del otro el mismo que indica a los fines la Inmaculada.  Le besé nuevamente la mano y me hizo una caricia. Le di las gracias Y él con una dulce sonrisa me despidió. Yo salí de la estancia contento como un no sé qué decirle por el hermoso regalo;…..  preciosícimo y santo recuerdo de un Vicario de Cristo, del que representa a Jesucristo mismo en la tierra. Quizás me haya hecho este regalo porque yo le regalé un precioso quillango de guanaco …. Como quiera que sea, a mí me basta saber que el papa muy rara vez hace regalo a uno. Si a mi me lo regaló será y demuestra  que el Vicario de Cristo es muy bondadoso. Soy muy dichoso; tener la dicha de guardar un recuerdo del Rey Santo de los Católicos. ¡Sea Dios bendito por esto!. Este regalo será un honor muy grande para mi querida familia, para el Noviciado de Patagones: tener un compañero así distinguido por el Vicario de Cristo. Todo este honor lo depongo a los pies de mis queridos Superiores y compañeros del Colegio San Carlos Javier. No lo digo esto por soberbia,  sino porque me gloría de pertenecer a la santa casa de buenos niños como son los de Patagones….Salí solito de la sala de audiencia y me fui a juntar con todos los demás Padres…..me rodearon todos y me preguntaron el porqué me había llamado el Padre Santo y yo mostré el estuche colorado,  que en la parte superior tenia el escudo papal, y lo abrí para que vieran la medalla.  Monseñor me dijo que era muy afortunado y así los demás Padres…………………”

La carta es muy extensa, y rica en detalles simpáticos, con una caligrafía impecable y se despide así:

Acuérdese, amadísimo Padre, de este humilde hijo de Jesús y María:   Ceferino Namuncurá

Vemos que en  ella se reflejaba la inmensa alegría y sobre todo, la serenidad de Ceferino con la que cuenta que tal padre va a tal lado, que el otro anda por Loreto, que Cagliero va por Sicilia y Garrone en Nápoles…….La sencillez de este relato, es escrita desde el corazón, no puede reflejar sino la simplicidad de un muchachito puro (….en aquellas épocas,  la ternura e ingenuidad de uno de 18 años, era como la de un niño de 8 !, no como sucede hoy día….. También hay que tener en cuenta que su estado de salud iba aminorando su contextura física, prueba de ello es que en las poquísimas, casi escasas fotos que se poseen, su cuerpo no representa a un jovenzuelo de 18 años….)

Pero la salud de Ceferino fue empeorando, la tos fuerte y persistente no dejaba dormir al Siervo de Dios y muchos otros sufrimientos torturaban su cuerpo, por lo cual su internación lo fue en el Hospital “Fate Bene Fratelli”, de los Hermanos de San Juan de Dios y asistido por el Doctor Lapponi, médico personal del Papa.

Durante su dolorosa enfermedad  sobre todo en la fase más aguda, Ceferino dio constantes demostraciones de perfecta adhesión a la voluntad de Dios, de paz, de alegría sobrenatural y además ejemplo sublime de todas las virtudes cristianas. Cuando el final se aproximaba indicó incluso, hasta el día de su tránsito a la muerte para la cual se preparó recibiendo con gran fervor los últimos sacramentos.

Su proyecto de ser sacerdote, salesiano y misionero quedan truncos y tras un mes y medio de internación, lejos de su gente, solo y enfermo de tuberculosis,  Ceferino fallece el 11 de mayo de 1.905, en la cama nº 24 del citado hospital.

Monseñor Cagliero fue un testigo directo de su agonía y su relato describe las mismas impresiones: resignación, tranquilidad, paciencia y alegría ante el dolor, sumando con Ceferino otros ejemplos de niños y jóvenes santos, que murieron en semejantes condiciones: San Luis Gonzaga, San Estanislao de Kostka, San Tarcisio, Santo Domingo Savio.

Los testimonios del sacerdote Jorio, Parolini, Fray José y el Dr. Lapponi, que su biógrafo Pedemonte agrega en la tercera edición de “El Lirio de la Patagonia” (1948), recogen esta fama de santidad en los relatos sobre el cuidado de su compañero de habitación agonizante que Ceferino encomienda especialmente a los amigos sacerdotes salesianos; la petición de oraciones por su alma a sus compañeros; su deseo de morir pronto y el pedido a San José de eximirlo de una agonía angustiosa.

Continúa en parte III

Vida de Ceferino Namuncurá Parte I

Vida de Niños con alto grado de santidad….

¡Qué difícil se nos hace escribir sobre el corto período de este jovencito ante un alma tan intensa….! y ahí nos damos cuenta de que muchas veces, ese grado tan alto de santidad, o se manifiesta en el ser personal sin intervención de terceros o en otros  casos,  seres que van como “acompañando” hacia ese camino del cielo…..

En el ejemplo de nuestro querido Ceferino, la influencia  e insistentes solicitudes que ha tenido San Juan Bosco  ante el Papa León XIII para enviar a los salesianos a la Patagonia y realizar una  obra en la Argentina, que fue  Impresionante!!… ( estamos en el año 1.883- y lo hemos visto con el ejemplo de las Hermanas de María Auxiliadora con Laurita Vicuña…). Por ello, consideramos que la figura y presencia no solo de Monseñor Juan Cagliero, discípulo directo de Don Bosco- sino de los Padre Salesianos que acompañaron todo el periplo, desde que conocieron a Ceferino Namuncurá hasta su muerte, no pueden desligarse de esa vida pura y santa que fueron encauzando a este jovencito.

Ceferino Namuncurá, nació en Chimpay, (Provincia de Río Negro, al sur de la Argentina) hijo del cacique araucano,  Manuel Namuncurá y de Rosario Burgos, (de origen chileno) el 26 de agosto de 1.886.                

Su corta vida, fue relatada mediante hagiografías y biografías desde el año 1.930 en adelante! A través de las mismas, se ha construido  su figura en clave de “aboriginalidad “, transformándolo en un alumno virtuoso salesiano; el “santito criollo” o el “mapuche santo” entre otras caracterizaciones.

Tres circunstancias  derivadas en tres viajes; tres destinos, marcaron el derrotero de la santidad de Ceferino.

Ceferino viendo la miserable condición en que se encontraba su comunidad-la indígena- pide a su padre de  llevarlo a estudiar a Buenos Aires y “..yo podría estudiar y ser un día útil a mi raza” (palabras que han quedado gravadas en toda la biografía  de nuestro santo, expresadas por él mismo y testimoniadas también por uno de los principales postuladores de su causa, el Padre Francesco Tomasetti).

Su padre acepta y al ser hijo de un cacique, coronel de la Nación, su primer destino fue la Escuela de la Armanda, donde no logra adaptarse y tras la intervención  del propio ex presidente de la Nación, Luis Saenz Peña, lo envía al Colegio Salesiano Pío IX de Buenos Aires,  como alumno interno, ingresando el 20 de setiembre de 1.897.

Ceferino se adapta al ambiente y aprende el idioma castellano y el catecismo. Recibe su primera comunión el 8 de setiembre de 1.898 y el 5 de noviembre de 1.899 el sacramento de la confirmación de manos de Monseñor Gregorio Romero,  propio en el lugar de la actual Basílica de María Auxiliadora, en el  Barrio de Almagro.

A principios del año 1.902 su salud se deteriora  habiendo contraído tuberculosis. Es entonces cuando Monseñor Cagliero, decide trasladarlo a Viedma, (Capital de la provincia de Río Negro) con la esperanza de que los aires del campo, pudieran ayudar a restablecer su recuperación.

Y es ahí, en el Colegio San Francisco de Sales, donde comienza sus estudios secundarios como aspirante a las órdenes de la congregación salesiana, siendo el año 1.903. Ceferino quería ser sacerdote salesiano.

El Doctor Evasio Garrone, médico y sacerdote junto con el enfermero Artémides Zatti (hoy considerado Beato), cuidaron de la salud de Ceferino.

En el año 1.904 (19 de julio), a los  17 años, viaja –con el permiso de su padre Manuel- con Monseñor Cagliero, llevándolo a Turín (Italia), con la esperanza de recuperar su salud,  con mejor atención médica y poder continuar sus estudios al sacerdocio.

 (Ceferino cerraba con este traslado, aquellos tres viajes que marcaron el rumbo hacia la santidad) –Chimpay- Buenos Aires; Buenos Aires – Viedma; Viedma- Italia.)

Llegado en Italia, Ceferino Namuncurá inicia sus estudios en Valdoco, (Turín) donde permanece por cuatro meses, luego irá  al Colegio Salesiano de “Villa Sora”, en Frascati, ciudad de la Región del Lazio, a 20 km. de Roma. El Beato Miguel Rúa –primer sucesor de San Juan Bosco- conversaba varias veces por semana con Ceferino en Turín.

Continúa en parte II

Perlitas sobre la vida de Laura Vicuña

a) En coincidencia con la expresión de su rostro; el informe de Carabineros de Chile y la propia declaración de su madre;  en 1.950, trajeron sus restos para una revisión histórica con los Doctores Esando y Gonzalez  Codoni, un obispo, 3 sacerdotes y un secretario, concluyendo que era una niña chiquita, muy sufrida y enferma.

b) Nuestra beata Laura Vicuña fue bautizada en la parroquia de Santa Ana de Santiago de Chile. En la misma pila bautismal, en donde poco tiempo después, será también bautizada otra Santa chilena, Santa Teresa de los Andes (Juana Fernandez Solar).

c) Monseñor Giovanni Cagliero:  Aquél obispo, fue uno de los tantos niños a quien San Juan Bosco amparó y formó en su “Oratorio de Valdoco” –Turín- siendo parte de la primera misiónsalesiana enArgentina y  el primer salesiano elevado a la púrpura cardenalicia). 

d) Llegaron los salesianos a  la Argentina, desembarcando el primer contingente en Buenos Aires el 14 de diciembre de 1875, luego de un mes de viaje,  encabezados por el Padre José Fagnano y el Padre Giovanni  Cagliero. Estaban destinados a un Colegio, que entregaron los laicos católicos en San Nicolás de los Arroyos. Aquello no era la Patagonia soñada por el fundador, pero se estaban acercando. El Padre Juan Bosco le escribía el 14 de noviembre de 1877 al Padre José Fagnano: “Acuérdate que el Santo Padre, (León XIII) sueña siempre con la Patagonia y que probablemente tú serás elegido para hacer esta experiencia, si Don Cagliero demora en regresar a América.”

e)  Llegaron al Uruguay las Hijas de María Auxiliadora, pasando desde allí a la Argentina en 1877 y a Chile en 1879. También ellas se acercaban a la Patagonia, que aún no pertenecía de hecho al ámbito nacional.

La Congregación Salesiana abrió al mismo tiempo, en América, cuatro misiones entre los indios: La primera en la Patagonia, la segunda en Tierra del Fuego, la tercera en Brasil y la cuarta en Ecuador. En Argentina, el esfuerzo se centró en la Patagonia, soñada por San Juan Bosco en su parte austral, Tierra del Fuego aún sin explorar.

Estampa de Laura Vicuña:

Beatificación de Laura Vicuña

Una vez ocurrida su muerte, y en consideración a su fama de santidad, la congregación salesiana comenzó su proceso de canonización en la década de 1.950. La misma congregación le encomendó la tarea a la madre  Clelia Genhini, quien pasó varios años recolectando información acerca de su vida y obra. No alcanzó a ver su tarea realizada, debido a que murió el mismo año en que se inició el proceso de beatificación.

La fase diocesana del proceso de beatificación de Laura Vicuña se inició en la ciudad de  Viedma, Provincia de río Negro.  Entre los obstáculos que enfrentó el proceso se contaron que Laura no podía ser considerada mártir y por su corta edad no abría muchas esperanzas para su beatificación. En efecto, la Congregación de los Ritos (actual  Congregación para la Causa de los Santos) solía excluir la posibilidad de canonización de aquellos creyentes cuya corta edad al momento de su muerte dificultaba la valoración de su ejercicio de las  virtudes teologales y cardinales en grado heroico durante un considerable periodo de su vida.Con todo, resultó un precedente de importancia la beatificación (el  5 de marzo de 1.950) y posterior canonización (el 12 de junio de 1,954) de santo Domingo Savio, muerto a los 14 años, y la canonización el día 24 de junio de 1.950 de santa María Goretti, muerta a los 11 años y considerada mártir de la pureza.

En marzo de 1.981 se allanó este último requisito en el Dicasterio Romano. Con el decreto del 18 de marzo de 1.982, la Congregación plenaria de cardenales y obispos introdujo la causa de Laura Vicuña.

Al decretarse su heroicidad en el ejercicio de las virtudes, Laura Vicuña Pino fue declarada venerable el 5 de junio de 1.986. Fue beatificada en setiembre de 1.988 en pleno festejos de los 100 años de la muerte de San Juan Bosco

El porqué de dos rostros:

Nunca más cierta aquella frase de que “…la verdad siempre sale a la luz..”

La primera imagen que hay de la Beata Laura Vicuña viene a consecuencia de  aquella que realiza el artista italiano Caffaro Rore, hecha por encargo de las salesianas italianas debido a que tenían noticias de la santidad de esta niña y querían escribir sobre su vida y por las  descripciones dadas por la hermanan menor de Laura, Julia Vicuña; solo que esta imagen fue inspirada en una niña europea y se hizo así, porque Laura no tenía rostro!

A las religiosas salesianas argentinas, no les cuadraba que la primera imagen que se presentaba de  Laura Vicuña, fuera una niña moderna, con zapatitos de charol, muy bien peinada y sonriente, dado que al mirar las fotografías de aquellos tiempos,  las niñas usaban el cabello atado, y en las fotografías que se hacían en las escuelas (el fotógrafo pasaba una vez al año), tenían que estar muy serias,  muy firmes y con los cabellos recogidos. En virtud de ello, proceden a hacer un informe con profesionales, sobre  dos elementos que poseían: una fotografía de la madre de Laura (Mercedes Pino) y otra de un grupo de niñas de la escuela. Pero no estaban seguras cuál era la niña, porque en aquel entones, la directora, había colocado un numero 2 en aquel rostro.

Uno de los encargados de este informe, fue el arquitecto Alejandro Santana,  quien mirando los ojitos de esta niña, su mirada, llego a decir que se conmovió de ver la angustia en ese rostro. Las salesianas coincidiendo con tal apreciación, decían que debía  de ser así, porque no podía una niña estar muy tranquila y sonriente o con otra expresión, porque aquella mostraba la angustia y tormentos, que pasaban por el corazón de Laurita.

Concluido el informe, lo envían a Carabineros de Chile, los cuales hacen un interesante análisis (expresiones éstas de las Hermana Elsa Scalco) relacionando cada una de las partes del rostro de la madre y de la niña, comprobando su identidad al ser Laurita hija de madre mestiza y de padre español; este mestizaje está expresado en esta fotografía y en el informe de Carabineros.

El rostro de la beata chilena Laura Vicuña cambió drásticamente de un día para otro: de una adolescente de cabellos castaño, tez claro, pasó al de una niña de pelo oscuro y piel morena, de rasgos clásicos de la Patagonia chilena y argentina. Este informe fue publicado en la prensa en febrero del 2.010. (Villavicencio, Gustavo 7 de febrero de 2010.  <Investigación secreta revela el verdadero rostro de Laura Vicuña>  Diario El Mercurio (Santiago de Chile).

Beata Laura Vicuña, Ruega por nosotros

Vida de Laura Vicuña

Una beata con dos rostros…

Laurita nace en Santiago de Chile, el 5 de abril de 1.891,  año en que se declara la rebelión en aquel país,  teniendo por objeto derrocar al presidente Manuel Montt y derogar la constitución de 1.833. Al terminar la guerra, la familia Vicuña fue perseguida, y José Domingo (padre de Laura) debió alejarse de Santiago, huyendo y refugiándose con su mujer, Mercedes Pino y sus dos hijas (Laura y su hermana Julia Amanda) en Temuco, a 680km. de Santiago de Chile. Muere José Domingo en  1.894,  por lo cual Mercedes Pino y sus hijas quedaron en la pobreza y portadoras de un apellido perseguido.​ En este contexto, la madre decidió buscar refugio en Argentina.

Los primeros años en Argentina

Mercedes y sus hijas se establecieron en las proximidades de Neuquén,  en la localidad de Junín de los Andes (al sur del país). Al principio Mercedes buscó algún trabajo para poder costear los estudios de sus hijas, llegando a la estancia  “Las Mercedes” perteneciente al Capitán Mariano Fosbery, quien la recibió como empleada doméstica. Allí estuvieron aproximadamente de 5 a 6 meses. Luego, se trasladaron a orillas del Río Quilquihué, donde se encontró con Manuel Mora, dueño de la estancia local,​ quien maltrataba a Mercedes, presionándola para que accediera a ser su concubina. Ésta quería que se unieran en matrimonio, pero Mora, no aceptó para poder dejarla cuando quisiese; pero en tanto accedió a costear los estudios de sus hijas, por lo que Mercedes aceptó convivir con aquel hombre.

Laura y su hermana ingresaron al colegio «Las Hijas de María Auxiliadora “, de la Congregación Salesiana,  en Junín de los Andes,  fundada por San Juan Bosco,  donde fueron instruida tanto en la fe cristiana como en lo referente a la educación escolar. Se daba mucha espiritualidad en los colegios salesianos por aquel entonces. Según sus palabras, era feliz en el colegio, al cual llamaba: “mi paraíso” y las hermanas la consideraban una niña devota, llena de caridad hacia sus compañeras y fiel a sus deberes cotidianos.

Un día, escucha de las religiosas que “es necesario aprender a ser buena desde la juventud….esperar a serlo en edad avanzada, significa arriesgarse a perder la propia alma”. Laura pensaba intensamente en su madre que vivía en el pecado y decide hacer cualquier cosa para salvarla.

Las religiosas y el sacerdote don Crestanello, le explican cómo se vive para Jesús. Laura era atenta y querida vivir sólo para Él. Quería hacerse santa, y veían que el valor de Laura Vicuña está en el gran amor que ponía y que traspasa el sacrificio y la angustia ya que   las hermanas decían que lloraba y reía al mismo tiempo; que en su rostro había mucha melancolía, porque Laura estaba inquieta por la situación de su madre.

Hace su primera comunión, el 2 de junio de 1.901, ofreciendo ese mismo día, su vida a Jesús y consagrando su pureza a la Santísima Virgen. A pesar de esto, pensaba que la situación de su madre no había mejorado, sintiendo que no había hecho nada por ayudarla.

Tenía entonces, solo 10 añitos y no le era siempre fácil obedecer. Pero Laura le decía a su hermanita Julia y a las amiguitas: “nuestra obediencia debe ser perfecta, por amor de Jesús que ha sufrido tanto por nosotros en la Cruz”. Un día, mientras arreglaba un parterre en el jardín del colegio María Auxiliadora,  la directora le dice de plantar un palo para sostener una plantita trepadora. Laura contesta: “De los palos secos plantados por obediencia, germinarán las rosas, porque la voz de nuestros superiores es la voz de Dios”. Algún tiempo después, el palo floreció!!. El obispo Monseñor Giovanni Cagliero quien había venido de visita a Junín de los Andes, viendo esto, quiere que estas flores milagrosas, fuesen puestas delante a Jesús Eucarístico.

Laurita pensaba siempre en la situación en que se encontraba su madre, quería liberarla de aquel hombre; deseaba que no viviese más en el pecado. La pequeña había ya ofrecido oraciones, sacrificios, rosarios a la Virgen, tantas comuniones. Qué cosa podía aún hacer?..

Su primer biógrafo, Don Crestanello, señala: «Laura sufría en el secreto de su corazón… Un día decidió ofrecer su vida y aceptar con gusto la muerte, a cambio de la salvación de su madre. Me rogó que bendijera su ardiente deseo. Yo estuve perplejo largo tiempo«. 

A los pocos meses cae enferma, (tisis) empeorando su salud  conforme avanzaba la enfermedad y la vida de Laura se iba apagando. Dirá: “Señor, que yo sufra todo lo que a ti te parezca bien, pero que mi madre se convierta y se salve”.

 Antes de morir, Laura le pidió a su madre:

Muero. Yo misma se lo pedí a Jesús. Hace dos años que ofrecí mi vida por ti, para pedir la gracia de tu conversión.  Mamá, antes de morir, ¿tendré la dicha de verte arrepentida ?.

Doña Mercedes, con los ojos en llanto, le respondió diciendo:” Te juro en este momento que haré cuanto me pides. Estoy arrepentida. ¡Dios es testigo de mi promesa”.

Laura dijo al sacerdote Genghini que la asistía, y luego a su madre:

“Padre, mamá promete en este momento abandonar a aquél hombre; sea usted testigo de su promesa…..Gracias Jesús, Gracias María, adiós Mamá. Ahora muero contenta”.  Así, el 22 de enero de 1.904 se apaga  esta niñita en tal alto valor espiritual y con tan solo 13 años.!

Laura tuvo una corta vida, plagada de sufrimientos, pero ella nunca dejaba de dar gracias y rezar.

Curiosidades sobre la vida del Beato Rolando Rivi

La conocida  Torinese, Cristina Siccardi (2 de mayo l966) licenciada en letras y escritora de la vida religiosa de santos, entre ellos, “En el Nombre de la Verdad” –Monseñor Marcel Lefebvre, 2010, nos regala con estos pasajes de nuestro querido Rolando Rivi:

“Mañana un cura menos” es esta la motivación que viene dada del comisario político de la formación partisana garibaldiana, que asesina en 1945, al seminarista Rolando Rivi, de 14 años. Han sido muchas las víctimas entre el clero italiano durante la segunda guerra mundial y la guerra civil. Víctimas del nazismo, como don Giuseppe Morosini (1913-1944), acompañado al suplicio del Obispo que lo había ordenado sacerdote, el futuro Cardenal Luigi Traglia (1895-1977),  o como otros tantos sacerdotes y párrocos asesinas por los partisanos y militares comunistas, también como don Umberto Pessina (1902-1946).”

“Escribió el Obispo de Reggio Emilia, Beniamino Socche (1809-1965), en su diario: “…el cadáver de don Pessina estaba aún por tierra; lo bese, me arrodille y pedía ayuda (…). Hablé en el funeral..(…) tomé la Sagrada Escritura y leí las maldiciones de Dios para aquellos que tocan los consagrados del Señor (…). El día siguiente, era la fiesta del Corpus Domini; a la procesión en la ciudad, participó una multitud y apoye mi discurso, en aquellos que hace cesar a todos los asesinos. Yo – dije.- haré conocer a todos los Obispos del mundo el régimen de terror que el comunismo ha creado en Italia”.  En Emilia Romagna y sobretodo, en el “Triangulo de la muerte (Bologna, Modena, Reggio Emilia), perecieron bárbaramente 93 sacerdotes y religiosos; la mayor parte a consecuencia de la  venganza de los rojos”. Entre las víctimas también Rolando Rivi, culpable  de usar la sotana.”

Algunas Perlitas:

a) Han sido declarados 65 nuevos beatos y 7 venerables, muchos son de la guerra civil española, la del régimen comunista de la Europa Oriental y del nazismo, entre los que aparece también Rolando Rivi.

b) El 15 de abril de 2018, en la Propia Iglesia de San Valentino, donde actualmente está el cuerpo de Rolando Rivi, Meris Corghi (hija de Giuseppe Corghi, aquél que disparó dos tiros contra Rolando), y con la presencia –ya anciana- de la hermanita menor de Rolando, Rossana, pide en pública y emotiva ceremonia, el pedido de paz entre las dos familias.

c) El 4 de octubre de 2013, se realiza un video muy importante con un testimonio ocular indiscutible: Don Alberto Camellini, junto con el periodista, hacen una visita al bosque y al lugar exacto donde encontraron el cuerpo de Rolando Rivi. Aquel que fuera el párroco y que conociera en profundidad la nobleza de nuestro querido mártir,  cuenta pausadamente los pormenores de aquel hallazgo. (Para aquellos que lo quieran escuchar, esta es la referencia: “Beatro Rolando Rivi- video del 4 octubre 2013, lo publica ”Dodici Porte”)

d)  Hemos tenido la gracia de poder visitar la Iglesia de San Valentino y acompañados en todo momento, por el primo de Rolando Rivi, de nombre Sergio, quien con tanta amabilidad nos dio a besar sus reliquias, conocer la pila bautismal en donde fue bautizado nuestro seminarista mártir, rezar con el Beato Rolando Rivi y conocer los pormenores de su vida, que humildemente hemos tratado de volcar aquí.

Rolando Rivi, ruega por nosotros y por todos los seminaristas.!

Estampa del Beato Rolando Rivi:

Vida del Beato Rolando Rivi

Vivaz, alegre, incluso despreocupado. Monaguillo a los cinco años…

Jesús –Hostia,  lo transforma y le hace nacer dentro de un gran sueño. …luego, a los 14 años,…derrama la sangre por Jesucristo-…

Sobre las alturas, entre el torrente Tresinaro, (Modena) y el río Secchia, surge la pequeñísima población de San Valentino recogida entorno a la antigua Iglesia. (en Castellarano, región de Reggio Emilia –Italia)

Aquí, el 7 de enero de l931, en la casa de Roberto Rivi y Albertina Canovi, agricultores, ricos de fe, nace un niñito, bautizado al día siguiente por el párroco, Don Luigi Lemmi con el nombre de Rolando, confiado a la Virgen, se le agrega el  nombre de María, en honor de tan digna Señora…un pequeño copo de carne: Rolando María Rivi.

El papá de Rolando, se había educado en la fe genuina y fuerte de su mamá, Anna Ferrari (La abuela de Rolando), y en los tiempos heroicos de la Acción Católica de los años veinte; había sido parte de los jóvenes inscriptos de su parroquia.  Antes de ir a trabajar al campo, cada mañana asistía a la celebración de la Misa y se acercaba a la Comunión. En esta atmósfera de fuerte religiosidad y fe católica, creció nuestro mártir Rolando.

Se mostró enseguida, autosuficiente: aprendió muy fácil a caminar solo y rechazaba de hacerse llevar en brazos.  Era el segundo de los tres hijos de este matrimonio cristiano. (Guido y Rosanna, eran los otros dos).

Llevaban  una vida muy cristiana tanto en casa como en la pequeña población., por ello, Rolando crece respirando este clima perfumado de Dios.

De los padres aprendió a conocer a Jesús y a amarlo. Era muy inteligente, resoluto y feliz. “Disparatado en los juegos, el más absorto en oración”

 Era así tan vivaz, que la abuela decía: “o se hará un desvergonzado o un santo”. Su corazón lo tenia ya grande y bueno: no soportaba las injusticias y con su sonrisa abierta se había perdonar inmediatamente sus travesuras.

A los seis años (en 1937) comienza a ir a la escuela. Encuentra a una maestra: Clotilde Selmi, una mujer de comunión cotidiana, preparada y toda dedicada a su misión, junto a Antonietta Maffei,  quienes dirigirán el alma de Rolando hacia el amor por la vida, por la familia, por Jesús, por sus hermanos, completando así, la educación recibida de sus padres y  familiares.

Ayudaba en la  Misa como monaguillo de Don Olindo Marzocchini,  aprendiendo con el  catecismo;  pero  será este  santo sacerdote,  quien dirigirá  su vida espiritual y su vocación.

El 16 de junio de l938, a los 7 años,  desbordante de alegría, Rolando recibe la Primera Comunión. Desde aquél día, guiado por don Olindo, aprendió a vivir la vida con Jesús: Cotidianamente iba a la Iglesia a encuentra su Jesús, en el coloquio, de corazón a corazón.

 Amante de la música, entró a formar parte del coro;  tocaba la armónica y el órgano.

Se hace aún más luminoso, cuando el 24 de junio de l940, recibe de Monseñor Brettoni, Obispo de Reggio Emilia, el sacramento de la Confirmación: ahora le tocaba a él, testimoniar a Jesús, amarlo y hacerlo conocer.

Tenia casi 11 años, dice a sus padres y a abuelos” Quiero hacerme sacerdote para salvar tantas almas. Luego partiré como misionero para hacer conocer a Jesús, lejos, lejos”.Sus padres no se opusieron y al comienzo de octubre de l941, ingresó en el Seminario de Marola (Carpineti, en Reggio Emilia), –(Italia era ya en guerra)- completando allí, el ciclo de la escuela elemental, como en aquel entonces se usaba y vistió inmediatamente la sotana, llevándola con  dignidad y amor,  hasta el día de su martirio, como un signo de su pertenencia a Cristo y a la Iglesia,  que serán la causa  de su prematuro fin.

En tanto la guerra enfurecía y hasta la tranquila aldea de San Valentino  era afectada. Después del 8 de setiembre de l943 con la caída de Benito Mussolini y la ocupación de la península por parte de los alemanes, se habían formado,  en las provincias emilianas- romanescas, grupos partisanos,  que era compuesto en su mayoría por comunistas, socialistas; pero muy pocos cristianos, todos  con una fuerte connotación anticatólica.

La franja más extrema, aquella de los comunistas, no se limitaba a combatir a los alemanes, viendo en todo el clero un peligroso  dique al proyecto revolucionario, el anticlericalismo se hizo violento y cada vez más amenazador.

En junio de l944, cuando Rolando terminó la segunda media, los alemanes ocuparon el Seminario de Marola y los seminaristas fueron mandados a sus respectivas casas.


También Rolando debió retornar a San Valentino, llevándose sus libros para poder continuar estudiando desde allí y no perder el año escolar.

Continuó sintiéndose seminarista: la Iglesia y la casa parroquial, fueron sus lugares predilectos para transcurrir el tiempo, enseñando a otros niños a hacer de monaguillo, la visita al Tabernáculo,  las clases de catecismo; guiaba en la casa paterna, el rosario junto a su abuela; viendo su párroco con placer su fervor, por otra parte Rolando no deja de llevar su sotana, ni siquiera estando en su casa, a la espera de poder retornar al seminario.

Tal era la situación, que los padres, asustados de los que estaba pasando a su alrededor, con la incursión de alemanes, fascistas y partisanos, insistían a su hijo de quitarse la sotana, porque los tiempo no eran buenos por el momento; pero Rolando respondía: “¿porqué?. Qué mal hago en llevarla? No tengo ganas de sacármela” “yo estudio para sacerdote y la sotana es el signo que yo soy de Jesús”

La situación se precipita:

En tanto, en San Valentino también don Olindo Marzocchini fue agredido una noche y dado que otros sacerdotes (Donatelli, Ilariucci, Corsi, Mandredi), habían sido muertos por los partisanos comunistas –fue transferido a otra parte más segura y en su lugar, fue puesto un joven sacerdote, don Alberto Camellini.

En el pueblo, muy a menudo estaban las discusiones políticas, a las cuales no eran fáciles responder, mejor callar, pero en una ocasión en la cual estaba presente nuestro joven seminarista, algunos atacaron injustamente a la iglesia y la actividad de los sacerdotes y Rolando, con  impulso, tomó la defensa delante de todos y sin ningún miedo. Así a cuantos ya lo admiraban, se alternaran algunos que lo tenían como mal visto.

El  1º de abril de l945, Pascua de resurrección, retorna a la parroquia Don Marzocchi  permaneciendo su joven capellán don Camellini y Rolando seguía participando a las solemnes funciones religiosas.

El Martirio del joven seminarista

Estaba aún la guerra, pero en el aire se sentía  que se acercaba a su fin y Rolando en los días sucesivos, no faltó nunca a la Misa  y con un libro bajo el brazo, en el florecer de la primavera,  se acercaba a un bosque a estudiar como de costumbre, usando siempre su sotana.

Mientras sus padres lo  esperaban para el almuerzo y no viéndolo,  se acercaron al bosque para buscarlo, encontrando por tierra sus libros, con una nota: “no lo busquen viene un momento con nosotros los partisanos”.

El 10 de abril de l945, el seminarista fue secuestrado, y llevado prisionero a Piano di Monchio, en el sobre el Apenino modenese, encerrado y brutalmente  torturado, por 3 días, despojado de su sotana; delante de aquel poco menos que un muchachito llorando, alguno de ellos movidos de cierta piedad, propusieron de dejarlo ir, porque en efecto, era solamente un niño; pero otros se negaron y lo condenaron a muerte para tener “un futuro cura menos”.

Lo llevaron al bosque de Piano de Monchio (Modena), cavada allí una fosa, Rolando obligado a arrodillarse sobre el borde, y mientras rezaba por él y sus queridos padres, dos balas, una dirigida a su frente y la otra al corazón,  se desploma sobre la misma.

Cubierto con tierra y hojas secas  de encinas; era el viernes 13 de abril de l945 y Rolando tenía 14 años y 3 meses; su sotana fue enrollada como  una pelota de futbol y luego colgada como un trofeo de guerra sobre el pórtico de una casa vecina.

Solo el día siguiente, por indicación de uno de los partisanos, el papá  Roberto y el capellán, encontraron el cuerpo descompuesto. Lo desenterraron y ayudados por algunos campesinos, lo llevaron a la Iglesia de María Asunta en Monchio, donde se celebraron sus funerales y sepultado en el  cementerio local.

Sus padres escribieron sobre su tumba:

“Tu que de las tinieblas y del odio has sido  apagado, vive en la luz y en la paz de Cristo”

Algunas perlitas sobre la vida de Nenolina

1 Le fue puesto el nombre de  Antonieta por el motivo que el abuelo se llamaba Antonio, y porque estaban en el centenario antoniano. El segundo nombre, Teresa, por la devoción  que tenían a Santa Teresita del Niño Jesús; Gabriela en honor de San Gabriel de la Dolorosa y Rosa, le fue  impuesto por su madrina, en honor de Santa Rosa de Viterbo.

2) Cuando los esposos Meo, se casaron eligieron como protectora a la Virgen de Pompeya y en la mitad de su viaje de novios, se dirigieron al Santuario de Pompeya (al sur de Nápoles) para pedir la bendición a la Virgen. Recuerda—cuenta la mamá- que en aquel Santuario se acercaron a los sacramentos y que el confesor, le dice: “Con recitar desde el primer día de su matrimonio el Santo Rosario han abierto la puerta de su casa a la Virgen: La Virgen entrará y la familia será bendecida” (¡!qué ejemplo!!!)

3) De Nenolina quedan 177 escritos, de los cuales 19 pequeños pensamientos (manuscritos en los 19 días precedentes a la confirmación) y 158 cartitas: 7 firmadas mientras las otras cuando no sabía aún escribir, se las dictó  a su mamá y algunas veces a su hermana mayor, Margarita. Lamentablemente, escritas sobre hojas (que llamaríamos “papelitos sueltos”),  y eran puestos debajo de la imagen de Jesús – “que de noche las habría leído” decía Nenolina, y muchas han sido perdidas. De las que quedan 7 son dirigidas a los familiares; 6 a la Santísima Trinidad; 12 a Dios Padre; 108 a Jesús (con varios nombres: niño, grande, crucifijo, etc.),  17 a la Virgen; 2 a Santa Teresita de Lisieux y 2 a Santa Inés.

4) Leemos algo que hace estremecer: En los primeros meses de 1937, aconsejada por su marido- Michele- para distraerla un poco del pensamiento del dolor de su Nenolina, su madre, comienza a frecuentar las lesiones de la propaganda que se hacían en la Vicaría (La Iglesia de la Santa Cruz, era la iglesia parroquial de la familia y es allí mismo, donde reposan los restos de Nenolina), en la preparación de la semana de la Madre. Fuese o no una coincidencia, que de aquellas reuniones, Nenolina siempre era con fiebre.

Dominada de la duda que tal vez el Señor no quisiese aquel  compromiso del apostolado, un día le pide a Antonieta que “Cuando veas a Jesús,  pregúntale si debo ir a las conferencias” la pequeña responde: “si, se lo preguntaré”. Algún tiempo después le dice:” Mamá, he preguntado a Jesús si tu debes ir, y Jesús me ha hecho un señal de No con la cabeza” “va….tu estás equivocada—le responde la madre-“ “no, no estoy equivocada”.

Lo mismo sucede para Pascua: telefonaron desde el Consejo Diocesano de Acción Católica  (recordemos que estamos en el año l937!!, en donde todo la vida era católica!) pidiéndole a la madre de hacer dos conferencias. A la función del Martes Santo, mamá María le pregunta a Nenolina si Jesús quisiera que fuese allí. Y la pequeña responde: “Jesús, hace señas que no!”.La mamá fue igualmente a la primera conferencia, pero a la segunda le disgustó y no fue. La pequeña, seria, seria, comentó: Sin embargo, Jesús decía que no”!

…En fin, hay tantos pero tantos elementos que se podrían volcar en este pequeño homenaje, si se quiere, de la vida y de los pormenores de Nenolina, en su corta pero intensísima vida espiritual, reflejados fielmente, gracias al testimonio de su madre y de su padre, volcados en esto libros: “ Nenolina. Quando l´amore supere il dolore”, Editrice Ave, Piersando Vazan, 2.004; “Antonietta Meo. Nenolina” del mismo autor, Ediciones Velar, 2009; “In Braccio a Gesù”, Paolo Risso, Edición particular, 2.006, Costigliole d´Asti. Italia; Maria Meo “Ricordi della mamma di Nenolina”, P. Vazan, Editrice Ave, Roma, 2002., de los cuales hemos tomado a groso modo, para enriquecernos espiritualmente, simplemente,……de una niña.

Escritos de Nenolina

El día 2 de enero de l937 la pequeña le dice a su mamá:  “escucha mamá, te quisiera decir una cosa:  Hace tanto tiempo que quiero decírtelo. Si yo muero tu no debes llorar!”, “pero, tesoro, como puedo hacer para no llorar?” “bien!, escucha mamá: haz así, piensa que si yo muero voy al Paraíso y ruego por ti; si en cambio, me quedo aquí, sí, rezaré por ti, pero Jesús podría y también no podría, escucharme, en el Paraíso me escuchará  sin dudas”!

En el período de estas 3 cartitas, el contenido se hacía más profundo. Emblemáticas, son éstas, casi inconcebibles por aquella época, dado que el acento de Nenolina, cae sobre el Crucifijo y la Santísima Trinidad:

(carta 125) 28 enero l937

Querido Jesús Crucifijo

Querido Jesús libra muchas almas del purgatorio para que vayan al paraíso a glorificar a la Santísima Trinidad [….] Querido Jesús  es verdad que hoy no he sido muy buena pero Tu perdóname y te prometo que mañana seré siempre buena. Querido Jesús si yo me quisiera hacer monja, tu estarás contento? […] querido Jesús yo quisiera hacerme santa y tú ayúdame a hacer tantos sacrificios. Yo querido Jesús quiero convertir tantos pecadores porque cuando mueran vayan al paraíso conmigo […] querido Jesús, di al Espíritu Santo que ilumine mi corazón de amor y que me bendiga. Querido Jesús, di a la Virgencita que la quiero tanto y que me proteja y me ponga bajo su manto. Querido Jesús tu  que has sufrido tanto sobre la Cruz yo quiero hacer tantos sacrificios y quiero permanecer siempre sobre el calvario alado tuyo y a tu mamita. Recibe tantos saludos caricias y besos de tu querida Antonieta y Jesús.

(carta 126) 29 enero l937

Queridísima Santísima Trinidad

Queridísimo Dios Padre yo se que me quieres bien y yo también te quiero tanto tanto […] querido Jesús te quiero tanto tanto bien querido Jesús cuando nacistes en la gruta de Belén sufrías también y tenias tanto frío. Querido Jesús yo quiero reparar estos, tus dolores.

Querido Espíritu Santo tú que eres el amor del Padre y del Hijo ilumina mi corazón y mi alma y bendíceme. […] yo te quiero tanto tanto bien querido Espíritu santo cuando yo haré la confirmación tu dame todos tus siete dones […] Antonieta.

(carta 129) 1 febrero l937

Querido Jesús crucifijo

Yo quiero salvar tantas almas para ir al Paraíso contigo y con estas almas que yo he salvado […] Dile a Dios Padre que  estoy muy contenta que  has hecho curar a mi mamá y te agradezco también a Jesús. Querido Jesús te quiero tanto  has convertir tantos pecadores especialmente aquel pecador […] querido Espíritu Santo te agradezco también a ti que has hecho curar a mi mamá y haz venir al Paraíso conmigo a mi, y a mi familia y hazme crecer siempre más buena […] querida Virgencita te quiero tanto. Te mando tantos saludos de tu querida hija.

El 15 de mayo de l937, fue llevada a Monseñor Dotarelli para la confesión y recibir así, la Confirmación.  Le hace ver al mismo Monseñor el pequeño diario que había escrito, en espera de este día:

Abril l937

26. Querido Espíritu Santo dentro de pocos días te recibiré.

27. Santísima Trinidad Te amo! Querido Espíritu Santo ilumíname y santifícame. Querido Espíritu Santo bendíceme.

28. Querido Espíritu Santo que te unes al Padre y al Hijo úneme también a mí.

29. Querido Espíritu Santo, cuando tú vendrás a mi corazón llénalo de tus siete dones y de tu Amor. Querido Espíritu Santo,  mañana quiero ser más buena.

30. Querido Espíritu Santo el día que te recibiré quiero hacer tantos pequeños sacrificios.

Mayo l937

  1. Querido Espíritu Santo yo quiero obedecer siempre.
  2. Querido Espíritu Santo hoy soy feliz porque he recibido Jesús y por los méritos de Jesús dame sus siete dones. Querida Virgencita en este mes quiero hacer tantos pequeños sacrificios.
  3. Querido Espíritu Santo, yo mañana quiero hacer tantos pequeños sacrificios.
  4. Querido Espíritu Santo, dí a Jesús que quiero ser su lámpara y quiero ser su lirio.
  5. Querido Espíritu Santo lléname de tu gracia y haz que pueda hacer tantos pequeños sacrificios para prepararme a recibirte dignamente.
  6. Querido Espíritu Santo dile a Jesús que un día haga ascender al cielo  también nuestras almas.
  7. Querido Espíritu Santo yo quiero que Tu también sea mi Espíritu de amor.
  8. Querido Espíritu Santo, yo quiero hacer tantos pequeños sacrificios,  porque cuando entraras  en mi corazón quiero hacerte contento.
  9. Querido Espíritu Santo, dile a la Virgencita que la quiero mucho.
  10. Querido espíritu Santo, lléname de tu gracia y haz que te Ame siempre.
  11.  Querido Espíritu Santo, yo se que faltan pocos días para recibirte y te quiero amar siempre más.
  12. Querido Espíritu Santo, yo te quiero hacer siempre contento y quiero que cuando tú vendrás a mi corazón, lo encuentres blanco y limpio.
  13. Querida Virgencita ayúdame a hacer bien la Confirmación y quiero que tú seas mi madre celestial.
  14.  Querido Espíritu Santo, mañana te recibiré y yo estoy muy contenta y me haré soldado de Dios.